sobre saludar

En esto de ser minoria, uno aprende a hacer concesiones. En otras palabras, uno aprende a jugar con las reglas del juego ajenas. No importa. Que acá saludan a todo el mundo de besito y abracito. Ok, vamos pues a saludar a todo el mundo de besito y abracito, aunque pocas cosas se ven tan falsas como un abrazo con un “mucho gusto” de por medio. Pero va, si acá juegan así: a donde fueres has lo que vieres.

Y en serio, 10 meses después yo ya no quito la cara cuando me presentan a alguien y se manda (y se manda este animal..jejjee...extraño ese dicho) a saludarme de beso y todo. No pasa a mayores. Y soy capaz de darle un abrazo que no parezca tan falso (ya untado el dedo, untada la mano, que carajos).

Pero hay cosas con las que uno no puede. Vainas que debe tener uno atravezado en el fondo del subconciente, y de ahí no las va a sacar nadie. Nadie. Por más que me esfuerce.

Como el asunto este de saludar de beso y abrazo A LOS PROFESORES!!!!. Habráse visto semejante desfachatez!!!. Pero si no es mi amigo....es mi profesor. Más o menos una vez por semena deseo con todas mis fuerzas que se parta una pata y no vaya a clase, y le miento la madre cada vez que pone una tarea...y AUN ASI pretenden que yo lo salude de beso y abrazo.

No no puedo.

Además de todo sería el colmo de la hipocresia. Si el cura supiera todo lo que yo alcanzo a pensar antes de una clase me excomulgaría. Y pretenden que yo lo abrace!!! Bueno, pues si me pone un 10 hasta de pronto y eso, porque habría que mirar en que porcentaje me puso el 10. Antes no. No puedo. No lo logro.

Y suméle al asunto que son ELLOS los que se mandan (y se manda este animal...insisto) a saludarlo a uno de besito y abracito. Y pues, lo siento, pero para mi, mi tutor académico es justamente eso, mi tutor académico, es decir, el man que me va a enloquecer los próximos tres meses con el tema de la tesis...no más, no es ni mi amigo, ni nada. Por que carajos lo tengo que saludar de beso y abrazo como si las reuniones en su oficina no fueran sobre mi tesis, sino “amenas charlas” sobre la vida.

No. Hasta allá no llego.

Y se los encuentra uno en el pasillo, y zuas...a saludarlo a uno de beso. No. Haga el favor de respetar...las tarimas en donde están subidas las mesas de los profesores no se las inventaron pa adornar los salones. Demuestran que uds allá y uno acá. Qué son esas confiancitas....como diria mi abuela “dejen la guafachita”.

Y me choca, además, por que claro, la que queda como una grosera que no saluda soy yo, por que ahí si, y con la pena, les quito la cara. O no doy un paso adelante. O me paralizo cuando se mandan a abrazarme (y si por lo menos estuvieran lindos PERO NO). Y ya me tocó salir con la excusa de “vea, es que esto SI es un choque cultural”. Por que no, y no, y no, y no.

Y a eso suménle que tengo por lo menos dos compañeras con el tipico complejo de “enamorarse de un profesor es tannnn chic” y entonces les da por invitarlos a cuanta babosada hacemos. Y no falta el profesor sin una vida propia, que va. Y entonces uno termina discutiendo los por menores de los problemas psicosexoafectivos con profesor y cátedra por delante. No jodas!!!.

Como tambièn dirian en mi casa: ya se perdió el respeto.