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Friday, November 23, 2012

Fui, vi, rodé y vencí.


Siempre que pienso en el tema de mi bici pienso en Star Trek “la última frontera”. De hecho podría ponerle a mi bici Enterprise si no me gustara ya decir que voy en Tercera.

Cuando empecé a rodar dure mucho tiempo siendo ciclista de Reforma y no pasaba de los 25 kms que ese recorrido te lleva. Luego subí a 30 kms por rodada y justo en ese punto me prometí que algún día haría rodadas largas. 50 kms de ida…y así. Y en esa promesa la primera meta era llegas a las Pirámides de Teotihuacan en bici.

El fin de semana pasado lo logre. Tal como yo lo había pensado, el asunto de rodar hasta las pirámides es sobrecogedor sobre todo por el paisaje. Vas viendo como te acercas a las pirámides y ves las haciendas de la zona mientras vas rodando y es tan bonita la combinación que incluso te sientes poderoso.

Para sentirme segura de poder llegar hasta allá, había dedicado los fines de semana anteriores a ir hasta Mixquic (40 kms de ida) y a Texcoco (45 kms de ida) y regresar….así que yo sabía que el tema de lograr ir y volver ya lo manejaba. Lo otro es que en realidad es una carretera bastante amplia en donde no tienes problema con rodar aunque los carros de la autopista te pasen volando.

Y el problema es que ya sé que lo mio son ese tipo de rodadas. No hay nada como el paisaje de la carretera viéndolo directamente, sin los vidrios del carro de por medio. Y no hay nada como la sensación de avanzar por la autopista, y no hay nada como el ver como te acercas a tu destino a puro pedaleo. Así que ya cumplida la meta, me avisan de rodadas más lejanas, a Querétaro, Cuernavaca y así, y a mi ya no me parece tan descabellado. Siempre que uno llega a su última frontera se da cuenta que hay vida más allá.

De cualquier manera rodar en la ciudad en las noches a pesar del frio es un gran entrenamiento para estas salidas.  Ya manejo el tema de la velocidad al gusto mio, alcanzando velocidades de 30 kms por hora sin problema y manteniendo ese ritmo cuando el grupo lo permite. Uno de los mejores cumplidos de este fin de año es que desconocidos de los grupos de ciclismo se me acerquen a decirme “ahh pero si ruedas ya muy rápido”. O “que bien aguantas la velocidad en este tramo”. Ah sido un gran descubrimiento el saber ya que soy muy buena para rodar….además de otras cosas que no son tema de este blog.

Curioso también que todo el que ha sabido de mis rodadas lo primero que me pregunta es "pero no está rodando sola, no?. Lo cual quiero creer significa que el "yosola" ya está en el imaginario de mucha gente como mi forma de actuar. Y no, ya casi no ruedo sola. Casi siempre voy con alguno de los grupos de ciclistas. Curiosamente la bici me ha demostrado que sola no es el camino. Tienes que rodar en grupo para que vayas más seguro. Es así de sencillo. 

Me falta finalmente probar el Autódromo y entrenar un poco más en serio pero he decidido que para el otro año convertiré el conocer México en bicicleta en una de mis maneras de viajar.

Levante la mano el que me entienda. 

Thursday, November 08, 2012

Hay que volver a pensar


Está de visita en mi casa una amiga de blogger. De las épocas en las que uno conocía gente muy distinto a uno a través de lo que escribían en un blog que bien podría haber sido escrito por uno. Esa relación genera las mejores amistades: reconocerte en el otro, como dirían los que saben de esto.

Estando ya con varios tequilas en la cabeza empezamos a hablar de lo mucho que uno extraña eso: conocer gente de internet DE VERDAD sin la necesidad de conocerlos. Twitter no permite esa interacción. Yo a ella no la hubiera recibido en mi casa de haberla conocido vía Twitter. En 140 caracteres uno no puede confiar en nadie. Se necesita el lenguaje y la comunicación para desarrollar lazos afectivos, y eso no se hace en 140 caracteres.

Y entonces ella me hizo caer en cuenta de otra verdad: uno también perdió mucho con la muerte de los blogs. Cuando uno tenía la disciplina de escribir un blog se obligaba a pensar las cosas. No era simplemente llegar a un lugar, avisar que entrabas a un sitio, o presumir una foto. Era mucho más que eso: te obligabas a poner atención, a ver detalles, a recordar conversaciones y conclusiones, por que sabias que al final tenías que llenar una hoja completa con tu post sobre el tema.

Existe un nivel de pensamiento que te exigen los blogs, que no te permite Twitter, ni Facebook, ni nada más. El entrar a un lugar, hacer un viaje, conversar sobre una idea, obligándote a de verdad reflexionar sobre las ideas, analizar hasta los paisajes, y además, recordarlo todo antes de venir a escribirlo.
Yo extraño mucho ese nivel de ñoñez, por llamarlo de algún modo. Y desde que lo hable con ella lo extraño aún más, por que dejando de lado el hecho que yo no he hecho amigos en México como los que hice a través de internet y los blogs, la verdad es que antes me gustaba no solo vivir acá, sino pensar respecto a eso. Muy ñoño el plan.

Así pues, al menos una vez al mes vendré por acá a escribir justamente eso: lo bonito que es vivir por acá, y cómo me va ahora que voy como por la tercera reinvención. Prometo no escribir tratados somníferos, pero también prometo que serán mucho más de 140 caracteres

A lo mejor y retomamos ciertas amistades

Levante la mano el que me entienda.