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Tuesday, July 28, 2009

Etiqueta para Facebook.

Alguien en serio debería hacer un listado de cosas que puedes o no puedes hacer con esa plataforma. Y aunque esta es una historia medianamente cierta, si algún día alguien me la pregunta en la calle….lo negare todo.

Hace un par de meses me entere vía Facebook que alguien con el que trabaje como 3 años, murió de cáncer. La noticia me cayo como “un balde de agua fría”, no sólo porque yo no tenia ni idea, siquiera, que estuviera enfermo, sino porque era alguien muy muy joven y porque, además, por estos días el tema del cáncer es, citando a Fontanarrosa, un tema muy grave.

El asunto, como verán, arrancó muy mal. En serio es feo enterarse por ese medio de la muerte de alguien. Es decir, tienes todos tus feeds sobre las vacaciones de fulanito, los hijos de zutanita, el trabajo de perencejo, y de pronto ZUAS “Falleció Fulanito, sus exequias serán en bla bla bla bla”. En serio, es como un golpe bajo. No fuimos los mejores amigos, pero nos llevábamos bien mientras trabajamos y era una de esas personas que no pelean con nadie. Un buen tipo, que seguro no merecía morir así. Y enterarse de esa forma, duele.

Pero lo peor ha pasado después. Su esposa, en uso de su legitimo derecho, claro está, ha tomado la cuenta de fulanito para seguir poniendo fotos de ellos juntos (fotos viejas, claro, por que el tipo, bueno, está muerto), sigue poniendo mensajes dirigidos a él (del estilo “siempre estarás en mis pensamientos y bla bla bla) y, lo PEOR de todo, sigue mandándole mensajes a sus amigos como si fuera él (Fulanito hubiera querido que continuaras siendo feliz, bla bla bla).

Hay algo más espeluznante que esto?. Yo en serio tiemblo cuando entro a Facebook y veo mensajes de la mujer. Ya los borre, los bloquee, y trato en lo posible de saltármelos, pero es muy muy difícil, por que ella sigue comentando fotos, enlazando, taggeando, pero con la cuenta de él. Y él está muerto!!!!.

A lo mejor estoy ofendiendo a alguien. O me estoy metiendo de lleno y sin asco en el proceso de duelo de la señora. O estoy blasfemando. Cualquier opción puede ser cierta. Pero es que me matan las ganas de decirle que NO MAS!!! Que no lo use más. Que cierre la cuenta, que hable por ella, no por él, que no nos obligue a bloquearlo a él, por que él está muerto y que, carajo, lleve su duelo en privado!!!.

Alguien por piedad que haga la dichosa lista de las cosas que NO puedes hacer con fecebook, y que empiece por ahí: NO USARAS LA CUENTA DE UN MUERTO EN VANO!!!.

Sobretodo cuando es alguien que no merecía estar muerto.

Que levante la mano el que me entienda.

Monday, July 20, 2009

La noche en que conocí a dios

Ya lo puedo decir por experiencia propia. No hay nada más difícil que conocer a alguien a quien realmente admiras mucho, y no poder decírselo.

Después de la noche del sábado entiendo por que hay millones de jóvenes que cuando ven a su artista favorito, gritan, lloran o se dejan llevar por la histeria. Es claramente, la opción más fácil. UDs no saben de todo el autocontrol que se necesita para pararte frente a la persona que más admiras, saludarlo, y no poder actuar como una loca histérica. Créanme, la salida de adrenalina es tal, que lo más sencillo sería gritar.

La reflexión salió de la noche del sábado, en donde después de una intricada trama de medias verdades (mentira es una palabra muy fuerte) yo me hice invitar a un reunión en donde pude conocer, por fin, a Hernán Casciari, el autor de Orsai. Es decir, el sábado yo conocí a dios. Y no pude hacer o decir nada al respecto hasta hoy.

Pero curiosamente, eso no es lo que quiero contarles. Lo que quiero venir acá a exorcizar fue lo difícil que para mi resultó el esta ahí. Simulando no saber, tratando de parecer la idiota que llega tres horas tarde a la conversación y sólo después de 2 copas de vino atina a decir “ahhhhhhhhh, pero si es Hernán”.

No es cierto. Yo sigo a Hernán desde que “Más respeto que soy tu madre” estaba todavía activo. Después lo cerró. Y abrió otros. Orsai. Petit Orsai. El blog de un supuesto loco en recuperación. La columna en el pais.es. Espoiler. Incluso el blog y video blog sobre las aventuras de un argentino en Cataluña. Esos, entre muchos otros. Yo leo todo, todo, lo que tenga la firma de Casciari. Lo sigo. No lo acoso, porque, como ya he dicho antes, creo firmemente que es dios y que todos deberíamos mostrarle respeto. Y no se preocupen, soy capaz de admitir que eso si era mejor no contárselo. Nadie quiere estar tomando vino con alguien que está dispuesto a formarle un culto en menos de 3 segs.

Pero esa noche tuve que disimular. Afirmar que no conozco todos sus escritos (aunque no me atreví a dejar por fuera mi gran gran gran cariño por LOS JUSTOS). No es cierto. Yo se las teorías de Hernán sobre la edad de los países, leí y conservo su máxima: “uno es de donde necesita saber”. Conozco perfectamente su teoría de los giros del destino. Seguí con tristeza la muerte de su papá. Me reí mucho con sus palabras en la presentación de su libro en Bs.As. Sigo pendiente cada semana para ver una nueva interacción entre Alex y Lucas. Es más, puedo afirmar que el único escrito que no me ha gustado de él, fue sobre su disgusto por los dichos populares. No puedo creer que a dios no le gusten los dichos de los abuelos. Pero bueno, no existe divinidad perfecta.

Esa noche disimule como jamás lo he hecho en la vida. Cuándo ya fue imposible mantener la mentira, simulé ser la idiota que hasta el momento entendía a quién tenía enfrente. Pero al menos me dejo respirar. Era ya bastante para una noche en donde tuve que contenerme sobre averiguar más sobre su vida privada y tuve que resistir las ganas de decirle que nos enseñara más trucos de redacción (algo que claramente me hace falta). Me resistí a punta de morderme las manos para preguntarle por sus años como periodista, por sus referencias para escribir sobre el futuro de su bisnieto chino, por sus historias de BS. As, por su gusto por "Aguas de Marzo", etc, etc. Fue como tener a dios al frente y no poder discutir a fondo los evangelios, para quedarse con un “si, alguna veces los he leído”.

Pero bueno. Todos sabemos que no siempre es bueno acercarse tanto a dios. Al fin y al cabo me quedo con lo mejor de la noche: Hernán es un tipo buena gente, muy divertido y sencillo, que se merecería un culto mucho más que cualquiera que yo conozco. Pero que es mejor dejarlo en privado y en secreto (tan secreto como pueden ser más de 800 personas). Total, mejor que ser dios es ser una leyenda.

Y que levante la mano el que me entienda.

Monday, July 13, 2009

La Ley del Apellido

Me he convertido en una experta en culpar a mi trabajo de mi poca vida social. Siempre que alguien pregunta “¿por qué no vas a salir hoy?”, no hay mejor excusa que acusar cansancio extremo por culpa de la jornada laboral. No he conocido la primera persona que me discuta eso. Es la mejor de las salidas.

Pero he acá una verdad de a puño. No es por culpa de mi trabajo que yo no me decido a aumentar mi círculo social. Es por culpa del círculo mismo. Es, para ser absolutamente sinceros, esa berraca (a.k.a horrible) costumbre de algunos personajes de andar contándole su vida personal, tristezas y sueños fallidos a las desconocidas. Dicho grosso modo: es por esa costumbre de la gente de verme cara de pañuelo.

Supongan por un momento que les pasa lo que a mi. Supongan por un segundo que llegan a una fiesta, tratando de quitarse de la cabeza todos los problemas del día laboral, los asuntos pendientes, el reguero de cabos sueltos, y demás. Supongan entonces, que cualquier toche, del que no saben ni su apellido, empieza a hablarles. Sólo que las cosas no van para bien, por que el citado toche, no les habla para ayudar con el proceso de despreocupación. El susodicho empieza a contarles todos sus problemas, sus angustias existenciales, sus dudas, sus insomnios…..que a veces, se parecen mucho a los suyos propios (suyos de ustedes).

So….a la mierda la idea de pasar un rato divertido.

Por eso, vengo hoy a proponerles una nueva Ley de la Interacción Social. Yo la llamo “La Ley del Apellido”.

Básicamente dice así: Si la persona que te está escuchando no se sabe tu apellido, NO TIENES NINGUN DERECHO a contarle tus más profundas angustias, tristezas o desolaciones.

Colarío: Si la persona se sabe tu apellido, sólo por que este es tu nickname, tu interlocutor tiene que saberse tu nombre completo para poder llegar al punto en donde discuten las miles de dudas existenciales que tiene uno por estas fechas. (Nada de soltarse a hablar de más por que todos te dicen Rodríguez)

Dicho de otro modo: aprendan a hablar del clima!!!! Carajo!!.

Ahora bien, entiendan que nadie les está pidiendo que sean brutos, al contrario. Creo firmemente que aquellos realmente inteligentes saben que después de un “mucho gusto en conocerte” no puedes empezar a hablar de lo difícil que es vivir. Simplemente tienes que saber balancear. Al menos tienes que darle tiempo a la persona para que se sienta cómoda contigo.

Aprendan que la mayor parte del tiempo, mientras uds sienten que se desahogan y que consiguieron una gran interlocutora en la noche, uno no está pensando nada más elaborado que “cómo carajos volví a estar en está situación”, si a mucho un “en serio, guey, no tienes un amigo de verdad con el quien discutir esto?”.

Por favor. En serio. Es que todos tenemos una vida complicada, y la mitad de las ganas de salir de casa y mezclarse con la gente es no tener que pensar en ello.

Que levante la mano el que me entienda.

Thursday, July 09, 2009

Odio a los puristas.

Me choca esta gente que va corrigiéndote por la vida. Que va diciendo “no se dice, se dice” que presume saber todas las reglas, todas las variaciones, todas las acepciones. Me chocan su existencia

Mucho más que se metan con estos que uno como extranjero – así sea en un país de habla hispana – tiene que hacer para sobrevivir. Léase: hablar como los locales.

Yo se, el tema con México es especialmente complicado, por que la verdad es que no tienen el mejor acento del mundo. Pero también es cierto que cuando vives en una ciudad que tiene la pendejadita de 23 millones de personas, o hablas como ellos, o hablas como ellos. Pura estadística.

Yo quiero creer que todavía mantengo el acento. Me esfuerzo en ello. La razón es que todavía tengo al menos una llama al día con el tradicional “y tu de dónde eres que tienes un acento raro”. Eso ayudo. A lo menos en acento no voy tan mal. Además, en diciembre uno de mis críticos más sinceros (si Patton, es con usted) me aseguro que NO estaba hablando mexicano. Le creo.

Pero la verdad es que si lo hablo. Es mucho más fácil. Decir “lata” a cambio de “pereque”. No importa cuanto ame uno la palabra pereque, no importa cuanto quiera decirla, yo se que si llamo y le digo a cualquiera de por acá que me disculpe por poner tanto pereque, lo único que conseguiré son 15 minutos de explicaciones referentes a un tema del que no tengo ganas de explicarme. Así que mejor digo “lata”.

Por las mismas razones digo “cacahuates” al señor de la tienda, aunque moriría por pedir “maní”, o “foco” y no “bombillo”, y muchas cosas más.

Pero siempre habrá el pendejo (en colombiano y en mexicano) que te diga “no puedo creer que ya uses tantas palabras mexicanas”.

Si bueno, yo no puedo creer que haya tantos estúpidos en el mundo, pero trato de no decirlo en voz alta. Ellos son más.

Wednesday, July 08, 2009

YA merito, ya merito, ya merito, ya merito



Empieza de nuevo la POTTERMANIA, y la autora de este blog, sacará su "bufanda Gryffindor" para celebrar.

Monday, July 06, 2009

I`m NOT a morning person.

El mundo se divide entre las personas que si son personas desde las 6 a.m. y aquellos que necesitamos que doble el medio día para ser gente.

Cada día estoy más segura de eso.

Yo, claramente, no soy una persona de las mañanas. Pruebas tengo a diario de ese asunto. Mientras mi rommie es capaz de resumirme su fin de semana y su vida a las muy crudas 8 a.m. yo sólo soy capaz de gruñir respuestas. En serio, gruño. No me da el cerebro para hilar una oración. Sueno más o menos como un “grmmmmmm” cuando estoy de acuerdo.

Al contrario, puedo ser perfectamente coherente a las 2 a.m. por que a esa hora apenas esta muriendo el día para mi. Jamás me duermo antes de las 10 p.m. – con excepción de los días en que estoy tan agotada que no me duermo, sino que me muero – y la verdad es que las noches me gustan más que las mañanas.

Lo que sigo sin entender es a que horas les dimos el control a las “personas de las mañanas”. Desde cuándo son ellas las que mandan. Las que ponen reuniones a las indecentes 7 a.m., las que deciden los horarios de entrada, las que coordinan las horas de encuentro, y las que controlan las listas de asistencia.

En lo particular creería yo que los que NO somos mañaneros, somos más. Deberíamos hacernos sentir un poquito más. Ya de perdida hacer bulla a los 2 a.m., por que yo si me gasto mi tiempo tratando de no hacer ruido en las noches….una consideración que no me siento retribuida.