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Wednesday, June 29, 2011

Sobre Twitter

Ayer tuve mi primer cubrimiento en vivo de un evento de prensa exclusivamente a través de Twitter.

Lo que eso significa era que sólo a través del canal de twitter de la institución a la cual estaba representando en ese momento estábamos dando información sobre el evento, que no tenía más asistencia a prensa. Es decir, era yo el medio por donde toda esa información estaba saliendo “al aire”.

Me atrevo a escribir mis impresiones sobre ese cubrimiento porque me generó sentimientos encontrados sobre el tema del periodismo, sobre los medios, la comunicación y por qué finalmente este es mi blog y si puedo escribir sobre vestidos y hamburguesas también puedo escribir sobre lo que hago para ganarme la vida sin tener que recurrir a la prostitución (tanto)

Mi primera idea es algo que ya había hablado con algunos amigos. La verdadera revolución de twitter, por como yo lo veo, no es acabar con la censura. La censura puede y seguirá existiendo mientras haya la posibilidad de apagar el internet en un país, en una empresa o en una casa. La verdadera revolución es que ya no existe quien te diga que publicar o no. Se acabó la voz de la conciencia, la figura del editor, el jefe de redacción…o como quiera ud llamarlo.

Fue lo primero que sentí anoche. Por la inmediatez del medio y del evento, lo que yo tuiteaba estaba saliendo al aire tal cual. En seco. Yo estaba hablando en voz de una GRAN corporación y dado los tiempos y la rapidez no había NADIE que me dijera “no eso no” o “eso enfócalo de distinta forma”, o lo que sea. Yo era la voz. Y nadie más.

No se imaginan lo apabullante que eso puede llegar a ser. Creo que excepto en los “directos” en televisión, no hay medio alguno que te de esa libertad absoluta. Y ni eso, porque en los directos tienes a alguien gritándote instrucciones al oído por la trasmisión. En radio está la figura del productor, que te puede “apagar” si te ve diciendo alguna estupidez. Y ni hablar de los medios escritos. Todo texto pasa como por 4 personas antes de que vea la luz del sol. Así son los tiempos de los medios tradicionales.

Anoche yo no tenía a NADIE. Si me hubiera equivocado garrafalmente no había vuelta atrás. Claro, puedo borrar, o disculparme, pero twitter te deja meter las patas sin que exista la posibilidad de que esa responsabilidad recaiga en alguien más. Aplausos por que hoy sigo teniendo trabajo.

Se han puesto a pensar lo que sufren estos becarios que han puesto a tuitear a nombre de las grandes corporaciones?. Bueno, yo ayer pensé mucho en eso. Y les puedo jurar que uno pasa de hiperventilar del miedo a una equivocación al “vale madrismo” de “bueno, pues si ya la cago la cago” en menos de 3 segs. Es aterrador. Y muy liberador.

Sigo creyendo que esa es la gran revolución de twitter. Sobra aclarar que la acá firmante cree en que “el medio es el mensaje”. Y dadas las circunstancias, lo más revelador de twitter, como mensaje, es que ahora todos tenemos una voz….que no va a ser editada. Claro, podrán decirme que la verdadera edición la hacen los demás al escoger o no leerte. Pero no importa. Porque yo fácil te leen 2, 3, o 4 personas. Y las malas ideas su multiplican más rápido que el SIDA. Además, todos sabemos lo simple que es iniciar un rumor o una idea pendeja. Exponencialmente es muy peligroso que haya tanto loco suelto con la capacidad de decir lo que se le antoje sin que nadie lo edite!!!.

Y conste que digo edite, porque también creo que es mejor un mundo con esa posibilidad al otro extremo en donde alguien decide “apagar” internet y “censurar”.

Es un tema que da para mucho. Y hoy sólo quería dejar por acá mis impresiones al primer cubrimiento en twitter que hago. En esto de ir aprendiendo nunca sobra.

Levante la mano el que me entienda. (aplausos a los valientes que se leyeron esta vaina hasta acá)

Monday, June 27, 2011

Cosas a las que no me acostumbro.

1. Ser alta.


Honestamente creo que jamás me acostumbrare a que para los estándares mexicanos yo no sea una persona bajita. En Colombia y en el resto del mundo, creo yo, soy una persona bajita. Pero resulta que para México yo estoy “en el promedio” e incluso puedo llegar a ser alta. Eso es muy chistoso, porque siempre que algún mexicano me dice “pero es que tu no eres bajita” me provoca voltear a mirar a ver si en serio están hablando conmigo, o hay detrás alguna persona REALMENTE alta que yo no he visto. Es, además, una de esas cosas que exigen de tu nuevas consideraciones. Yo acá SI tengo que pensar que hay amigos con los que si salgo no me puedo poner tacones por que los dejo de llavero mío. Y hace poco en el gimnasio me pidieron que agarrara los últimos turnos, porque había que mover las maquinas a mi estatura. Y no, no por bajita, resulta que soy “de las altas” del gym. Me da risa, además, porque lo único que tuve que hacer para ser “alta” es haber comprado ese tiquete de avión a México hace 6 años. No me alcanza para la metáfora de
Gulliver viviendo con los liliputienses, pero seguro me alcanza pa decir que hay días en que siento que me fui a la tierra de los hobbits y no supe a qué horas (no se ofendan, me moría por escribir esa frase).

2. Tener gafas

Yo tengo una relación amor-odio muy extraña con el asunto de tener gafas. Además, las tengo que usar en momentos muy extraños y aparentemente sin una lógica sustentable. Es horrible, a corto plazo. Todo lo referente a tener gafas medio me molesta, desde el tener que limpiarlas constantemente, hasta que se me olviden e inmediatamente me generen dolor de cabeza. Es extraño además que no las necesite para leer, pero si para montar bici en la noche. Cosas así. Además son la demostración más clara de que me hice vieja. Y extraño mucho ser una persona que tiene visión perfecta. Ahora con las lluvias descubrí que es bien molesto tener gafas porque se mojan, cual vidrio de carro, y uno no tiene limpiabrizas en el dedo, así que es incómodo. En serio, no me acostumbro.

3. Ser lisa.

No quiero llegar al extremo de afirmar que tener el pelo liso hace que cambies la forma en que ves la vida, pero casi. Es decir, vamos a simular que uno tiene un poquito más de profundidad en su relación con el mundo. Pero la verdad es que tener el pelo liso es una de esas cosas que me obligan a ver la vida desde otra óptica. Ahora soy de esa gente que gasta tiempo peinándose. Eso es muy raro para mi acostumbrada a 31 años con el pelo crespo cerrado estilo “casco de moto” que no me implicaba más que un poco de gel y ya. Ahora tengo que contar tiempo en las mañanas para arreglarme. Ya no salgo corriendo en cuanto tocan a mi puerta. Ahora tengoooo que pensar en “peinarme”. Es como tener que estar pendiente de mi cabeza en una forma en que nunca antes me había puesto a considerar. Raro, además, por que este cambio fue decisión mía. No fue ni la geografía ni la edad la que hicieron que ahora viviera así. Yo tome esa decisión. Y no acostumbrarme a los cambios que producen mis decisiones #dicen es una de las cosas a las que tendría que poner atención.

Levante la mano el que me entienda.

Wednesday, June 15, 2011

En este vestido están:


  • · todas las hamburguesas que no me comí en este año
  • · todas las coca colas que ya no me tomo
  • · las muchas películas que no he visto por estar ahora en las noches en un gym (y sabrán que eso es lo que más me duele)
  • · Los cuadros q no he comprado por q esa plata va para el gym
  • · los muchos kms que he recorrido en bici
  • · los jeans “de temporada” que deje de comprar por comprarlo
  • · las muchas pastillitas para recomponer “la flora intestinal” que tuve que tomar por meses
  • · los horribles yougurts para desayunar, ahora que pretendo “comer a las horas”

· Tal vez uds no lo harían. Pero yo me siento terriblemente orgullosa de algo tan banal. Creo que desde que tenía 12 años no compraba algo así, por gusto propio, y más o menos desde la misma edad que no cabía en él. Hay días en que sólo las cosas más banales me sacan de la cama.

Levante la mano el que me entienda.

Friday, June 10, 2011

Consejo NO solicitado

Thursday, June 09, 2011

Mi primer año sin....

Hola, mi nombre es C… y hoy hace un año que no me como una hamburguesa.

Pausa para su “hoooolaaaaaaaa C….”

Escribo esto no por que ande necesitando un grupo de apoyo para aquellos que ya no podemos comer hamburguesas, sino porque ha sido el primer año en que soy consciente de lo que como y no me como.

Además, ha sido el año en que cambio mi vida. Para bien y para mal. Vale la pena celebrarlo.

Aclaro que no puedo comer hamburguesas, no porque un doctor, o un entrenador, mi mamá o dios me haya dicho que no puedo. Literal, por un proceso muy raro de mi cerebro y mi estómago a mi ahora las hamburguesas me dan nauseas. Y si logro comer un poco me manda de una al piso con un dolor de estómago marca “lloraras”. Por eso es que yo hace un año no me como una hamburguesa.

Desde que hace un año me enferme de salmonelosis y lo último que yo comí antes de esos 3 meses de pesadilla fue una hamburguesa ( de Burger King, pa ser más exactos) me pasa eso. Y además tengo serios problemas con comer grasas, fritos, cosas irritantes, cosas demasiado condimentadas, leche. Y desde que no puedo comer lo que quisiera, en donde quisiera, a la hora que quisiera soy consciente que es eso lo que te envejece.

No el no ir a fiestas. Sabes que pasas ahora los sábados en tu casa y no reventando durísimo en cualquier lugar, pero también sabes que si hay alguna celebración grande, puedes ir. Y vas a aguantar. No el no tomar, sabes que ya no pasas los jueves y viernes ahogado en alcohol, pero también que podrías y que alguna buena celebración bien y lo valdrá. No el no escuchar música a todo volumen, por que sabes que en algún momento si pondrás los audífonos hasta que el mundo exterior no se escuche.

Mi problema es que yo no tengo ese “si en algún momento”. Es una mancuerna muy rara la de mi cerebro y mi estómago que ahora asocia las hamburguesas con la enfermedad y por lo tanto me generan nauseas inmediatas. Pero es tan físico y tan radical, que ahí me tienen comiendo ensaladitas para no alborotar a la princesa que hora tengo por barriga.

El ser plenamente consiente todo el tiempo de lo que puedes y de lo que no puedes comer es bastante difícil. Ahora eres la persona que dice “no, yo no puedo comer eso”, o “yo no puedo ir a ese lugar” y similares. Además, es muy irónico porque yo comía en lugares en donde ni siquiera los mexicanos se atrevían.

Es tan difícil y tan radical que en serio te cambia la vida. Mi necesidad ahora de hacer ejercicio es parte de JAMAS volverme a sentirme tan enferma como en esos 3 meses. O el asunto de las ensaladitas, de la comida sana, de nada recargado en grasas, azucares o leches. Bahh, les digo, me he convertido en “la tía” de alguien. Esa que pasa más tiempo pensando en lo que puede o no puede comer, que el tiempo que pasa comiendo en sí.

Siendo justos, no todo ha sido malo. He descubierto restaurantes “sanos” con comida muy muy rica. Además, somos muchos los que andamos en estas a “mi edad”. Lo que pasa es que casi nadie sale de ese closet. A nadie le gusta admitir que en una reunión casual de amigos es el que tiene que decir “no, yo no puedo comer tacos de la calle”. Pero son varios los que saben que se están comiendo algo que los va a tener 2 días yendo de la cama al baño y nada más.

Y es por eso que escribo esto hoy acá. Hay que salir de este closet también. Porque, como empecé, yo hace un año no me como una hamburguesa.

Levante la mano el que me entienda

PD: El día que me pase lo mismo con los tacos de pastor habrá que empezar a pensar que ya no vale la pena vivir.

Friday, June 03, 2011

A ud.

Creo que esto lo he dicho en voz alta más de una vez: lo único que yo no estoy dispuesta a negociar es la inteligencia. Todo lo demás, si. Es la razón, además, por la que toda la gente a mi alrededor, es que yo llamo “amigos”, es condenadamente inteligente.

No tienen que ser inteligentes en TODAS las áreas de su vida. No les pido que hagan milagros. Sobre todo cuando yo no los hago. Pero TODOS mis amigos, sin excepción, son brillantes en algo. Ya sea en su forma de razonar, en la lógica que manejan, en los trabajos y responsabilidades que asumen, en las fortalezas que demuestran viviendo solos en tiempos adversos, o en la delicadeza que muestran al poder organizar una verdadera familia maravillosa. Por donde ud lo mire: desde los que hablan 5 idiomas hasta los que crían hijos lectores: mis amigos son gente brillante.

Siempre supe que esa era la razón por la que ud me gusto tanto desde que lo conocí. No sólo tiene una forma de entender los procesos (la mente del ingeniero) que es asombrosa, sino que ha sido muy inteligente en muchos aspectos. Su vida lo demuestra. No por nada y sin esfuerzo ud sacó y saca adelante esa empresa suya. Que yo sepa en México y en estos tiempos no hay nada más jodido que genera empresa y mantenerla. Que ud además lo logre para hacer cierto el sueño empresarial de su mamá es todo un mérito. No vaya a creer que no se lo reconozco.

El problema radica en que yo no lo puedo llamar “amigo”, por que, siendo sinceros, ud me rompió el corazón. Es algo que me sobrepasa. Probablemente no hable tan bien de mí, que siempre presumo de ser “open mind”. Pero puedo serle sincera. No soy capaz de llamarlo amigo. Mis amigos pueden ser viciosos, locos, borrachos, depresivos, lo que ud quiera, pero jamás ninguno ha empezado por romperme el corazón. Que le puedo yo decir, es superior a mis fuerzas.

Entiendo que ud quisiera que llegáramos a ese punto. De hecho le reconozco que para ser una persona totalmente analógica cuando lo conocí, ahora es ud mucho más digital que yo. Eso de tener varios perfiles no se me había ocurrido a mí. Inteligente, le digo. Pero no puedo. Ni aun reconociéndole lo brillante puedo evitar el malestar que me produce el tenerlo “de amigo”.

Y se que es tonto. Finalmente estamos hablando de Twitter y Facebook. Yo se que son dos cosas digitales, plataformas que ni siquiera existen, vanidades, quimeras, fuegos fatuos. Llámelo como quiera. Para alguien que se vanagloria tanto de la inteligencia, yo debería ser un poco más flexible con algo tan pendejo como una red social.

Pero no lo logro. Aún no. Pensando en que el tema en realidad no es el reclamo más inteligente que puedo hacerle (no deje de notar que no le estoy reclamando que me haya partido el corazón y se haya largado con otra….aunque…bueno…oopps) la verdad es que por el momento yo prefiero no seguirlo Ni dejar que ud me siga. No sabe cuánto me ha costado borrarlo de mis cuentas, sacarlo de mis perfiles de amigos, en fin….dejar que se vaya.

Le pido, por favor, que por ahora, ud haga lo mismo conmigo. Si el tema es demasiado doloroso para ud, y en concesión a su inteligencia, vamos a decir que es sólo por un tiempo. Quién sabe, a lo mejor nos volvemos a encontrar. Hay tantas canciones que hablan sobre eso, que chance y es por que en verdad sucede. A lo mejor en unos meses, años, semanas, que se yo, a mi se me olvida que ud me rompió el corazón. A lo mejor suceden otras cosas y algún día lo pueda llamar amigo. Me ha sucedido antes. Muy pocas ocasiones (una, de hecho) pero ha sucedido, así que no me parece demasiado irreal lanzar la esperanza y dejar la puerta abierta….

Pero por ahora no. Así que en nombre de su inteligencia, y de la mía, por que se que esta leyendo esto, y me parece un buen modo de reconocerle que me haya encontrado acá, aprovecho para decirle ADIOS

Que sea muy feliz.