RSS2.0

Tuesday, October 23, 2012

Sueños de Theraflu®


Todos los que somos adictos a las drogas legales mientras estamos con gripa, sabemos que los sueños que genera tu cabeza mientras tienes tu cuerpo inundado de medicinas contra la gripa, la congestión, el dolor de cabeza y el de garganta, son los sueños más locos que uno pueda tener. Y estamos hablando de la lógica onírica, con la que uno normalmente tiene bastante paciencia. Aún así, uno de los mejores efectos secundarios de tanta pastillita es que sueñas cosas maravillosas…y en mi caso, mejor aún, me acuerdo de ellas.
La verdad es que sin drogas en mi sistema, difícilmente recuerdo mis sueños. Pero cuando ando bajo los medicamentos no sólo les doy libertad a los guionistas internos de mi subconsciente, sino que dejo por ahí un apuntador lo más de eficiente que permite que yo al otro día me acuerde. Hay días sin gripa que extraño mucho a ese personaje.

Anoche una serie de tweets me recordaron que los “Sueños de Theraflu® ” son tan magníficos en su locura que alguien debería escribir una recopilación de cuentos que se llame así. Y vengo a dejar acá mi pequeño aporte a la idea original, aclarando eso si, que yo sólo escribiré acá la idea, el cuento ya depende de quien tome esta estafeta.

1.       El primero sueño con Theraflu®  que recuerdo hasta con cariño lo tuve después de una sesión encerrada en mi casa actualizando la biblioteca de itunes, que era lo único que me sentía capaz de hacer con semejante maluquera. Ni leer ni ver tv (con gripa mi vuelvo fotosensible y a ratos no soporto ni a luz del TV) así que después de 4 horas de bajar y subir música en distintas listas de reproducción soñé que al mundo le quedaban apenas 2 semanas. Todo estaba ya listo y todos sabíamos que la tierra iba a explotar por no se qué reacción en cadena desde el centro. Al mejor estilo Sci Fi el mundo ya tenía a los sobrevivientes, pura gente inteligente, organizada en naves espaciales que partirían a buscar nuevas tierras. Y todo estaba listo para la gran explosión excepto un pequeñito detalle: nadie había pensando en la banda sonora del fin del mundo. OHH la humanidad!!!. Cómo era posible que los sobrevivientes fueran a subir a distintas naves y a emprender su gran huida y NADIE hubiera pensado en que eso tenía que tener un soundtrack. Maravillas de mi lógica onírica yo era la encargada de seleccionar 5 canciones (sólo 5 por que eso iba a durar el despegue de todas las naves) para despedir la tierra antes de la nada. Me alcanzó a acordar de mi angustia en el sueño: cómo carajos SÓLO CINCO!! Y además YO!!. Serio, es que de mi gusto musical sólo podemos decir que es mal gusto musical!!. Y uds (yo le hablaba en el sueño “a la autoridad” una figura de negro que jamás ví) pretenden que seleccione 5 canciones para el fin de los tiempos en el planeta tierra?. Bueno, pues se aguantan que al menos una fuera colombiana.

Me desperté mucho antes de que el mundo acabara. De hecho apenas me habían subido a una de las naves para que conociera las plataformas de lanzamiento. Tenía muuucho trabajo de campo por delante y mucho por decidir cuando el despertador me sacó de semejante universo. A la fecha sigo usando esta historia para generar conversaciones en almuerzo y/o reuniones incomodas: si uds tuvieran que escoger 10 canciones (mi yo sobria de sustancias es un poco más amplia) para el fin del mundo, cuál sería su lista y sobre todo, tendrían mucho problema con que una de ellas fuera música tradicional colombiana?.

2.       Otra de las manías de mis sueños con Theraflu®   es revolver gente de grupos distintos y ponerlos a trabajar juntos en un proyecto que no tenga ni pies ni cabeza. En mi última noche bajo los efectos de mil medicinas tenia que planear una invasión a un castillo medieval con tres ex jefes, dos ex secretarias, cuatro amigos, un par de primos, mi sobrino ya grande, mi papá (por supuesto) dándome ordenes desde un celular y al menos 5 colados que no supe nunca como llegaron a ser imágenes en mi subconsciente. Lindo mi ejercito. No llegábamos a ser ni una compañía pequeña y yo tenía que organizar y presentar, primero las buenas costumbres como siempre, a gente que no se conocía y que en la vida real jamás se habrá de conocer. No se por qué no soy capaz de soñar con esos encuentro es forma de simples almuerzos a la luz del sol, no, lo mio mio es tomar castillos medievales mientras corren las presentaciones del tipo “trabaje con fulanita mientras estuve en el Ministerio hace mucho tiempo”. Claramente yo no sirvo para preparar a la tropa. Para más estaba mi sobrino ya grande y por mucho que fuera el afán por el dichoso castillo me interesaba más el chisme con el niño y reírme algo de “dónde tu papá nos vea en estas nos mata, ni se te ocurra contarle”. Las dos ex secretarias, tan chismosas en mis recuerdos como en la vida real, me estaban haciendo la vida imposible hasta el punto de que mis distintos niveles de conciencia se hartaron y alcance a pensar “bueno, pero que carajos hago yo otra vez con estas viejas”. Dirán que no me dio el intelecto para darme cuenta que estaba soñando, pero yo considero un logro desesperarme hasta en niveles surrealistas del chisme secretarial.

Tengo también recuerdos de pesadillas y hasta un par de sueños XXX generados bajo efecto de los antigripales, pero tampoco se trata de aburrirlos. Eso si, dejemos constancia para el primero que me tome la palabra, que la idea de los sueños deTheraflu®  nació en un blog que ya nadie lee en una época en donde todos los mensajes importantes se dicen en 140 caracteres.

Levante la mano el que me entienda. 

Tuesday, October 16, 2012

Hablando de correr


Murakami escribió un libro muy bonito y chiquitico que se llama “De lo que hablo cuando hablo de correr”. Es un libro muy bacano en donde explica lo que siente cuando hace ejercicio y por que ya en su década de los 30 decidió convertirse en deportista profesional. Yo adore el libro excepto por un detalle: Murakami explica que ama correr, pero detesta la bici.

A mi me pasa JUSTO al contrario. Yo adoro la bici y detesto correr. A correr empecé hace como 6 meses y más por exigencia del man del gimnasio que no hacía otra cosa que proponérmelo como “el mejor de los cardios”. Pero la verdad es que soy mala corriendo, no me acostumbro, no logro tener un ritmo y en general se me hace muy inoficioso correr por correr.

Y sin embargo ahí vamos. En general prefiero hacer cualquier cosa – como en ¡!mira vamos a ver la pared!! – que irme a correr, pero a pesar de mi inconsistencia, el tipo del gym se las ha ingeniado para hacerme entrenar y en teoría ya corro 5 kms. Y digo en teoría por que ayer que probé por primera vez correr en pista y no en la comodidad de la banda sólo logre 4 kms. Y me canse. Y me sigue pareciendo además un ejercicio muy ingrato con el gasto calórico. 4 kms y un preinfarto después yo solo había quemado 250 calorías. Pfffftttt.

Anoche después de la rutina el tipo este (detesto la palabra entrenador, aunque eso sea) me preguntó muy en serio que si lo odiaba tanto entonces por qué corría. Corro por que algún día acompañare a P. a alguno de sus maratones. Mucho más lento y protestando todo el camino, pero en algún momento lograremos coordinar agendas para que hagamos un duatlón y yo comparta su carrera y ella comparta conmigo la parte de la bicicleta ( y será mi venganza!!!)

Corro por que habemos quienes no hablamos de "robar sueños": los compartimos. Todavía me falta muchísimo trabajo para siquiera pensar en igualarle el paso: P. me lleva ventaja en entrenamiento, en eso que llaman “condición física” y en peso. Yo todavía cargo mucha grasa de esa que solo pesa. Pero aún así, mi sueño es acompañarla en alguna competencia en algún lugar del mundo.

Mientras tanto está clarísimo que yo no sobreviviría  a un holocausto zombie corriendo. Ahhhhh, pero que me den una bici!!!!

Levante la mano el que me entienda. 

Thursday, October 04, 2012

Seven: Pecando



·         Pereza: La bueno de hacer ejercicio es que te llena de energía. Lo malo, es que para entrenar hay que subirse, te guste o no, a los horarios de “deportista”. Es decir, que tienes que arrancar a entrenar a las 6 de la madrugada. O rodar hasta las 2 a.m. En general, hacer ejercicio a deshoras….que está bien cuando uno tiene el resto del día para dormir, pero cuando no, me paso los días en modo zombie medio dormida medio despierta y siempre con algo de cansancio. Pero bueno, todo sea por los momentos de adrenalina sobre una bicicleta.

·         Gula: si algo se aprende en los colegios de monjas es que se peca por exceso o por omisión. He de confesar que me convertí en una persona obsesionada con el conteo de calorías. Tengo de objetivo llegar a mi cumpleaños con mi peso ideal, así que el asunto ahora es contar calorías hasta del desayuno. Soy de esas que revisan etiquetas, piden el menú bajo en calorías y en general ya ni recuerdo la última vez que me tome una cocacola. Esperemos que después de lograrlo me calme un poquito. Hasta yo puedo ver que estoy exagerando.

·         Ira: manejo muy mal tener que lidiar con la estupidez humana. Y además estoy muy mal acostumbrada por que llevaba un año con el mejor de los jefes y en menos de quince días estoy trabajado con un personaje que incluso parece una caricatura. Y reacciono muy mal. O bueno, muy bien si le preguntamos a mi gastritis. La verdad es que espero alguna vez en la vida aprender a tolerar a los pendejos sin pensar en 1,000 maneras de matarlos y hacerle un favor a la humanidad. Pero por ahora, no es así.

·         Soberbia: incluso yo puedo admitir que uno declara a alguien “pendejo” por que se siente mejor que él. De hecho que empiece una oración con algo como “incluso yo” ya habla bastante de mi soberbia. Además, confesando, que de los pecados, este es el que menos me preocupa.

·         Envidia: Mientras uno vive sus peores 15 días en la oficina ver como la gente se va de vacaciones puede despertar la peor de las envidias. Nada de “envidia de la buena”. Era envidia y eso siempre es malo. Estuve muy tentada a ponerles “mute” y no saber de nadie que lo estuviera pasando bien, pero también creo que la terapia de choque que genera entender que hay mucha gente que se divierte mientras tú sufres, te templa el carácter.

·         Lujuria. Este apartado es complicado, como diría Facebook. La verdad es que desde mi última “relación” me cuestione mucho que tanta intimidad le permites tener a una persona que al final te puede decir que tu naturaleza es la misma que la del alacrán y que en realidad tu carácter le parece sólo cinismo. Así las cosas, para este nueva historia yo me he ido con pies de plomo en el asunto de permitir que el otro suba a mi casa y de ahí a otras partes. Curiosamente, al parecer las abuelas tenían razón. Por cada vez que yo he dicho que “no” él se lo ha tomado como un reto al mejor estilo “José Luis Perales” y su “voooyy a conquistarte”. Así las cosas, en esta pausa la relación en realidad se ha vuelto muy muy divertida. Esa no me la esperaba.

·         Avaricia: si hay un hobby caro es la bicicleta. Cada día encuentra uno un nuevo accesorio, una nueva funcionalidad, algo más que comprar. El asunto es que sé que se vienen tiempos difíciles así que estoy ahorrando al máximo de mi capacidad, lo que pues va en contravía con mi gana de comprar cosas para la bici. Nada más esta semana he visto un casco, un porta ánforas, una chamarra para el frio, unos guantes y un dije en forma de bicicleta que me compraría en cualquier momento.



Este post se realizó tomando la estafeta que lanzó Mau Sánchez: ya ves, yo soy RE fan de todos tus retos.  Y además es el primer post que publico desde mi iphone. Que bonito es el futuro