Le venganza de Moctezuma

Lo primero que ud tiene que saber, es que acá una birria y una cerveza no son la misma cosa. Una cerveza puede ser una chela, una caguama, una ampolleta, pero JAMAS será una birria.

Lo segundo que tiene que saber es que una birria puede matar gente. Así de sencillo. Por rica que sepa (sabe hasta rico, he de admitirlo), lo cierto es que la birria es la verdadera venganza de Moctezuma.

Y lo tercero que tiene que saber, es que los papas tenían razón (siempre la tienen) y, claro, la curiosidad mato al gato.

Ahora, empezando desde el principio, lo que realmente paso es que a mi me ganó la curiosidad de probar la birria, y mucho más la birria de La Polar, por que, más o menos desde que llegue, todos los de acá que he conocido me habían hablado de lo mismo: “no hay nada más rico que la birria que venden en La Polar”.

La Polar es un restaurante mexicano, medio surrealista como todos, en donde me encontré a los mariachis de todos los colores (había negros, azules y blancos), un grupo “tropical”, con unas chamarras (chaquetas) de color verde limón encendido. De esos muy propios para una cruda. (para un guayabo). Magos. Gente tomándole fotos a los desconocidos. Y en general, la fauna y flora que uno ve en los restaurante “100% mexicanos” y atendidos por su propietario. (se va perdiendo la sorpresa, no??).

Les juro que casi todo mexicano que se respete tiene una historia de una borrachera en La Polar. Todos hablan de lo mismo. Es famosa. Alguna vez me llevaron hasta la puerta de la Polar, pero finalmente no entramos por que ese día el plan se convirtió en otra cosa. Y bueno, a mi me mataba la curiosidad de probar que tan bueno era, y que tan rica era la famosisisima y siempre bien ponderada birria.

La birria es una especie de consomé hecho de carne de chivo. Es un plato complicado, cuya preparación es difícil acá en México (así que perdonaran pero no se me los detalles de la receta). Le sirven a ud el consomé y dos tacos. Aunque no viene con manual de instrucciones, siempre existe el “gentil amigo” que te explica que uno tiene que desbaratar el taco, para echárselo al consomé, y tomarse la sopa como si fuera caldo de costilla (y facilito me pueden matar por esta simplicidad en la descripción, cuando acá lo consideran un plato de la más alta cocina).

Hasta ahí no hay mayores problemas. Exceptuando el detalle de que la birria pica COMO UN PUTAS!!!. Piense en lo más picante que ud es capaz de soportar, elévelo a la enésima potencia, y ni así obtiene un estimado de lo que eso pica. Arde. Duerme los labios. Limpia el esófago. Destraba cañerías. Derrite el falso oro. Limpia la grasa. Yo que se, es lo más picante que me he comido desde que estoy acá. Y claro, alborota la gastritis. DE- LO-LIN-DO.

Sobre todo cuando a ud se le ocurre la magnifica idea de irse a la Polar sin haber comido nada en todo el día. Y antes de la birria se toma 4 cervezas. Y ya vienen siendo como las 10 pm cuando piden birria, y ud no tiene los cojones para decirles que no, que pasa, que otro día. Además, ya está ahí. Y son muchooosss mexicanos, y ud es la única extranjera, y bueno, podrán decirme muchas cosas, pero como bien dice la ranchera “que nadie me llame cobarde”. (aunque les permito que me digan pendeja por semejante acto de valentía).

Y me lo tome. Completito. Ahora que lo pienso, alguien tiene esa foto (se agradece me la haga llegar). Pero claro, desde la 3 cucharada yo ya sabía que me estaba condenando a una muerte lenta. Por que el picante activo mi gastritis y para cuando acabe yo ya era perfectamente conciente de en donde se ubica “la boca del estomago”, y que me estaba muriendo.

Y desde entonces me ando muriendo. Terriblemente conciente del dolor, de la presión en la boca del estomago, y de que, claro, Moctezuma sabe planear muy bien sus venganzas.

Pd. De todas formas se paso rico (antes de la “comida”). Así que gracias al “gentil amigo”, que finalmente organizó el plan para ir. Se ha ganado un lugar muy especial en mi memoria (créame, no quiere saber).