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Friday, April 28, 2006

Como si fuera Broadway

Tratar de explicar y narrar un concierto es como contar uno de esos chistes de ocasión, que sólo son graciosos en determinado contexto y circunstancia. Si ud los saca de ahí, inevitablemente daña el asunto. De un concierto uno debería poner sólo un par de fotos, y si alguno de sus chunches tecnológicos se lo permite, unos minutos de grabación (ojala mientras la gente este gritando). No es mucho más lo que se puede hacer.

Pero hay momentos en que uno no tiene otra opción. Hay que subirse al cadalzo, o en otras palabras, tengo, por que TENGO, que contarles, que anoche fui a ver a Juan Gabriel. Sip, a Juan Gabriel. El mismisimo “divo” de (inserte acá el apodo que quiera). Aún a riesgo de que para uds no deje de ser otra anécdota tonta de esta niña que “a todo dice que si, a nada dice que no”. (como referencia pa que entienda el chiste, la frase es parte de una canción del man)

Antes de que me linchen por ser ese tipo de personas que puede dejar pasar un concierto de Depeche Mode, pero le gastó la plata (el dinero) necesario a la boleta (o el boleto) de un concierto de Juan Gabriel, dejenme decirles – en mi defensa – que es que Juan Gabriel es a México, lo mismo que el Toto La Momposina es a Colombia. Lo más tradicional y autentico que ud se pueda encontrar. Y, conociendome, sabran que yo no podía dejar pasar la oportunidad. (En mi defensa entonces dire que no fui yo, fueron las circunstancias).

Resumiendo, por que no creo ser capaz de narrarles la noche, un tendría que decir, que en el Diccionario bajo la definición de “show man”, TIENEN que poner la foto de Juan Gabriel. Eso. Así. No es que uno no haya visto buenos concierto, no es que uno se sepa todas las canciones (aunque me faltaron solo como 3 que además nadie sabía); es que pocas veces ve uno un concierto que a la vez sea todo una representación teatral, toda una historia, todo un montaje, como si no fuera México, sino Broadway.

No exagero cuando les digo que tenía por lo menos 80 bailarines en escena (Analù alcanzó a contar como 70). Tenía una orquesta y ADEMAS unos mariachis. El marichi, oigan. Los originalisisimos. Los de “de veritas”. Estos si eran los autenticos, los que no solo cantan, sino que tocan toda clase de instrumentos (y me perdonan pero yo no había oido la conjugación de un Mariachi con un Saxo...y suena bastante bien) y se hacen un show en donde sería muy ridiculo no decir que uno disfrutó como enano.

Yo se, uds que están leyendo esto desde otro mundo, y otras circunstancias, no van a entender y van a resumir que lo que pasa es que yo en música no tengo gusto alguno. Y también, pero de ello me siento particularmente orgullosa. Por que puedo oir y disfrutar la música que sea, en el ambiente en que sea, y no me encierro en etiquetas como “que oso oir canciones de planchar”.

En todo caso uno redefine el concepto de “empatía con el público” cuando ve a un man, bastante gordito y feo, pero capaz de dirigir a 10 mil personas (eso le cabe al Auditorio) para que canten “Probablemente ya de mí te habrás olvidado, sin embargo yo te seguiré esperando” (y no me vengan con el cuentazo que no se la saben, si esa canción es un hito en las borracheras de todos. Aunque confienzo que me dolía más allá, acá, en donde soy la que se fue....perdió cierto encanto).
Tengo que contarles también que cantó todas las que yo quería que cantara. Amor Enterno, Me nace del Corazón, No te Aferres (ayy de por dios, no te aferres), No vale la pena, Yo no Nací para amar (y nadie nació para mi). Además comprobe la teoría de que yo me se las canciones de Juan Gabriel por que están grabadas en el subconciete, por que era la mùsica que oía mi mamá en mis tardes de infancia. Están ahí, como el material genetico, para cuando uno necesite usarlas.

De hecho, no descartaría la opción de que yo exista en este mundo gracias a una canción de Juan Gabriel. No suena descabellado. Y claro, no deja uno de pensar, que hay que traerse a mi mamá a que vea un show como este. Algún día.

Pero como por si fuera poco, salí del concierto, con una de esas enseñanzas de la vida que te llegan por las vías más insospechadas (en este caso una canción de Juan Gabriel).

“No hay un amor sincero,
No hay un amor honrado,
Eso es puro dinero malgastado,
Y esta vez lo pienso ahorrar”.

Y como dicen acá: A HUEVO!!!. (En colombiano: la puta madre si a mi esa me vuelve a pasar)

Pd: Les debo las fotos, que si tome, pero olvide el cable de la cámara hoy. Y sea la ocasión, para agradecer al que compró las boletas como con dos meses de anterioridad, y nos dejo pagarle a plazos; al caballero que aún bajo el más fuerte stress post oficina se disfruto el concierto; y a la dama que se le ocurrio que entrar a algo así sin un trago era pecado.

4 comments:

la exsra de lenin said...

viooo, le dije que era cuestion de ir y gozarselo, me alegra que la haya pasado tan bien, y que haya tenido tan grata sorpresa, que ya sabia yo, la iba a tener

JuanFalla said...

A mi me gustaria ir a un concierto de el.
A la espera de las fotos.

XimenaKlemengettingmarried said...

QUERIDAAAAAAAAAA!
POR LO QUE QUIERAS TU MAS VEEEEEEEEN!
eso decia la boleta?

patton said...

Poniendo las vainas en contexto todo se vé más clarito.