Un gracias infinito a todos los que rezaron, prendieron velas, veladoras, invocaron a los espíritus que sean, hablaron directamente con el más allá, o el más acá, marcaron al teléfono rojo, me llamaron, me ubicaron, me escribieron, preguntaron, participaron en círculos de oración, se invocaron al ángel de la guarda, le hicieron una promesa a la virgen (esa fui yo), hicieron fuerza, cruzaron los dedos, tuvieron fé, y demás...
Me acaban de avisar que lo de mi papá no hay necesidad de operar. Le espera un riguroso tratamiento a punta de medicamentos, pero eso es lo de menos.
Y si, respire.
Pero de esta también salimos (y creo firmemente que mi papá tiene las nueve vidas del gato).
GRACIAS A TODOS!.