Dilema Moral

En algún momento entre una campaña y la otra, Antanas Mockus, tuvo la idea, allá, de promover que en los colegios, a partir de noveno grado se enseñara clases de ética y moral. Lo divertido de la propuesta era que era a través de un juego, diseñado igual que el Monopolio, pero con “dilemas morales”. La idea, por supuesto, era ir viendo qué tipo de respuestas daban los estudiantes a preguntas como “serías cómplice de un crimen? O mejor aún qué entiendes por crimen? Delito? Lesa humanidad?. Cosas así.

Por supuesto, la propuesta JAMAS pasó de la oficina anticorrupción. Pero bueno, esa es otra historia.

Lo interesante acá es que a partir de esa experiencia siempre he pensado que la vida es mucho más una gran zona de puntos grises, que cuadros en blanco y negro. Y que uno en realidad no puede, o no debe juzgar las decisiones de las personas, porque cada quien tiene sus propios “dilemas morales”.

He acá el mío.

Hace como un mes una muy buena amiga mía me pidió dinero prestado. Es una de las personas que más admiro acá. Me parece una vieja (y es hasta menor que yo) súper emprendedora, echada pa´adelante, de iniciativa, inteligente, y sobre todo, no es una pendeja de las que no puede vivir sin novio. Dado los antecedente, le preste el dinero sin siquiera preguntar para qué lo necesitaba. Me dijo que me lo devolvía en 20 días y así lo hizo. Todo hasta ahí perfecto.
Excepto por que en la conversación de “entrega” se me ocurrió preguntar para qué lo uso. Con tan mala suerte que me respondió. Lo uso, palabras mas, palabras menos, para mandar golpear a su novio. Resulta que lo descubrió con otra vieja, y al parecer lo confrontó. El tipo, muy mexicano él, le pegó. Y ella, dio media vuelta, me buscó a mi, consiguió el dinero, lo mando a golpear y lo mando directo al hospital. Así, grosso modo.

Me he de sentir culpable?. Mejor aún, he de culparla?. La verdad, yo no lo se. Honestamente aún no se cómo reacciona uno a un caso así. No me permití decirle más que la próxima vez me avise y me deje a MI la decisión de ayudarle o no con un tema como “mandar al hospital a alguien”. Creo que por lo menos si tengo derecho a saber antes. Pero claro, su respuesta fue muy válida: ud no me lo preguntó antes. Lo hubiera preguntado, le hubiera respondido.

Así que, bueno. Técnicamente soy cómplice, no?. Digo, yo le di el dinero con el que lo hizo. De seguro existe un nombre para eso, que de seguro debe ser algo como “autor material” o algo así. Pero, puedo alegar ignorancia?. Lo peor aún, yo aún no estoy segura de si culparla o no. Finalmente, él la golpeó primero. Pero, entonces, donde está todo mi discurso de “no respondas a la violencia con más violencia”. Pero, y si no tenía otra opción?. Y si el man se lo merecía?.

Estoy absolutamente convencida de que este sería un caso para el “dilema moral” que proponía Antanas. Lo único es que en el juego, que funcionaba un poco como “la teoría de juegos” y “el dilema del prisionero” avanzabas en las casillas entre más lograras un consenso con tus compañeros de juego. Claramente, acá, hubiera perdido.