Yo en Colombia coleccionaba la Gatopardo y la Soho. Las coleccione desde que salieron por que tengo heredado desde mi abuela esto de coleccionar revistas (ella con su infaltable “selecciones”). Descubrir la Gatopardo acá en México ha sido un gran respiro, pero la ausencia de la SOHO ha sido siempre una perdida.
Hace un par de meses me mandaron desde Colombia, como regalo, la revista SOHO de colección. Esa, sabrán uds allá, en donde por un lado es para mujeres, y por el otro es para hombre. Así, en una de las portadas está una vieja embola, as usual, y en el otro, está el Tino Asprilla como dios lo trajo al mundo.
Esa revista, junto con las Gatopardo de acá, están ahora en mi casa en la mesa de centro de la sala. Es nuestro único adorno (además de una pirámide que no se quita de esa mesa) y un par de plantas que nos regalaron. Escribo en plural, no por que tenga problemas con la primera persona del singular, sino por que en esa casa vivimos dos. El asunto iba muy bien hasta que empezaron a ir amigos mexicanos de visita por que “estamos muy cerca y vamos a caer”.
El problema, claro, no son los amigos. A mi siempre me han encantado esos planes. Yo se que en el fondo es admitirse un poco “el desparche” de la gente, pero creo también que habla de la confianza y la comodidad que sienten estando con uno. Nadie va a hacer visita a una casa en donde no se sienta a gusto. Así este debajo de la puerta.
El problema es que absolutamente TODOS mis amigos/as mexicanos se han escandalizado con la SOHO. Al punto, en que hemos decidido censurarla y arrimarla en un montón de mi cuarto. Todas las conversaciones empezaban con “ayy que revistan tienen” y de pronto los ojos como platos, el “pero qué es esto”, el “dios cristina, en serio” y las mil y una explicaciones consecuentes. Y ya me canse de explicarme
En Colombia no era así. Mis amigos y mi novio a la fecha (la misión médica) amaban que fuera yo la que comprara sagradamente la SOHO. Habían organizado un sistema de préstamos en donde solo me la dejaban a mi 15 días, para después hacerla circular de mano en mano sin necesidad de pleitos. Después de algún tiempo la revista volvía a mi casa, pero ahí si, yo me cuidaba mucho de tocarla. Yo colecciono la SOHO por los artículos, pero no puedo jurar que todo el mundo haga lo mismo.
El asunto es que mis amigos allá jamás se escandalizaron por las SOHO de mi casa. De hecho, era un buen tema de conversación y era una buena manera de empezar o terminar las borracheras (sin detalles). Acá, bueno, acá están arrumada en mi cuarto….esperando.
Friday, May 02, 2008
Algunas cosas si van a cambiar.
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5 comments:
Pobre SOHO, ella (la vieja de la portada) no tiene la culpa!
Bueno, revisé la revista por un rato y francamente no me gustó mucho, aunque entiendo el concepto; pero de eso a escandalizarme por la revista..., como que es ñoño y old fashion. Yo voto porque mantengas tus revistas donde quieras, pues al fin y al cabo ahí vives tú.
No puedo creer que se escandalicen por la Soho. En serio?
Será que ellos están bien en actuar así? Y nosotros en COlombia ya acostumbrados???
Hmmm...
No jodás! en serio???
Una de dos, o en ese país el porcentaje de puritanos es extremadamente alto o en Colombia todos somos unos prepavados.
A mí la Soho me parecía hasta chévere...
Ole boba, y por que no la mostraste como colección?????
ehhh????... en el país del albur, en donde a todo le buscan el doble sentido se escandalizan por un par de viejas mostrando pecho... eso no es depravación eso es pendejada.
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