Colombia por acá

Como todos uds sabrán, acá, las calles tienen nombres. No números, sino nombres. Así las cosas, hay calles por todos los nombres que se les pueda ocurrir. Existe hasta una llamada Torcuato Tasso. Y por supuesto, existe una llamada “Medellín”. Existe hasta una “República de Colombia” y curiosamente hace rato me recomendaron que no entrara ahí. (la advertencia sobra)

Ahora bien, las calles, en determinado momento, cambian de nombre. La calle que en un momento se llama Monterrey, pasa determinado semáforo, y se llama Florencia. Y así...

Bueno, ayer caminando descubrir algo que de seguro hará rico a algún paisa.

“En México, Medellín se convierte en Amores”.

Díganme si ese no será el slogan de algún negocio paisa dentro de poquito. Y se hará rico, además. Y venderá y comprará medio país, si lo dejan, y si no lo dejan también. Si no es que ya existe, por que no puedo creer que no se hayan dado cuenta, que en determinado momento la calle Medellín, se convierte en la calle Amores. Así, justo.

Y no tendrá ni la decencia de venir a decir, que lo leyó acá. Pero que quede en el acta, que en determinado momento, y muy a mi pesar, yo también lo dije.

“En México, Medellín se convierte en Amores”.