Sucede cuando ya la casa entra en el silencio de la noche. Cuando el bebe ya se ha dormido, y las luces del patio se han apagado. Cuando yo he desconectado todo, y puesto la televisión a un volumen mínimo. Cuando las únicas luces prendidas son las luces de las lámparas en las mesitas de noche. Entonces, sólo entonces, mi “hermana” sube con un té y se sienta a hablar con mi “mamá” en el saloncito entre habitaciones.
Desde donde yo estoy, las oigo como en un murmullo lejano. Hablan bajo por que en teoría la casa duerme. Solo que yo no duermo. Yo pienso, y recuerdo, que yo solía hablar así con mi mamá de verdad, la única, al fin y al cabo, pero en una dinámica distinta.
Era siempre charlas en la cocina. Yo sentada sobre la lavadora, moviéndome constantemente para no hundirle la tapa y ella cocinando. Mezclando cosas y poniéndome atención sin cortarse un dedo mientras hacia la ensalada.
Charlábamos ahí por horas. Como nunca pudimos volver a charlar. Yo le contaba todo, con detalles mínimos sobre todo lo que había pasado en el día, y ella, como si fuera un examen, preguntaba sobre la continuidad de las historias del día anterior.
La vi hacer ajiacos, calentar cenas, preparar de afán alguna torta súper complicada, mientras yo le contaba mis días en la universidad, y ella me repasaba una y otra vez las vidas de los miembros de la familia que todavía se me confunden. De vez en cuando una pequeña colaboración mía, que consistía casi siempre en lavar lo que ella iba ensuciando, mientras oía su “pobrecito mi yerno desconocido si ud no aprende a cocinar”.
Ahora escucho a mi “hermana” y a mi “mamá” reír por lo bajo, mientras la segunda regaña a la primera por que va a despertar a alguien. No se de que hablan, no alcanzo a oírlo. No se si se cuentan las cosas duras de ser mamá – finalmente ambas lo son - o si repasan también las vicisitudes de una familia tan grande como la mía.
Si tan solo pudiera dormirme y dejar de sentir lo mucho que yo extraño a mi mamá. Jamás pensé que extrañaría tanto ese pequeño ritual con ella. Tanto como para escribir un texto que más parece parte de una cartilla de enseñanza “mi mamá me mima”. Y sin embargo...daría mucho por una charla sobre la lavadora, mientras ella cocina.
.....y que levante la mano el que me entienda.
Friday, January 12, 2007
Sucede que a veces....
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7 comments:
ayy yo tambien extrano a mi mama!!!
..pucha, y de qué manera.. (somos las dos solitas)
pero en la distancia ambas hemos aprendido un montón
¡madres!
desde el primerr párrafo se me aguo el ojo porque algo presentía cargado de corazón... y aunque no pensé exactamente en mi mamá, sino en mi (ex)suegra y en otra persona, es definitivamente con todo el corazón que levanto la mano para decir ¿puedo yo también pasar al frente a escribir que mi mamá me mima?
Que lindo escrito... que lavadora más emocional... hasta te imagine bailando de lado a lado sobre ella, pero sobre todo... hasta pude sentir que tu mamá cocinaba para mi.
Que belleza de post.
Y lo único que yo me pregunto es si será posible que usted con todas esas charlas no sea capaz de preparar algo más complejo que un huevo perico :P
Yo tengo mis propios recuerdos tipo "sentado en la lavadora"
Yo amo a mi mama
sin tener mayor experiencia en el tema ... levanto la mano. Porque la entienda udsolita.
Creoq eu todos los que hemos dejado la casa, y vivimos "lejos", nos sentimos identificados con tus palabras.
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