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Thursday, September 07, 2006

Caminando.....

Es una de esas costumbres que enamoran. Lo juro. A mi el detalle, me encanta, y aunque se me vive olvidando, el que todos, todos, todos absolutamente, todos los hombres mexicanos la sepan y la pongan en práctica, me parece, sencillamente encantador.

Acá se acostumbra que las mujeres, cuando caminan por la calle, caminen por el lado “interior” del anden (banqueta) y los hombres, por el lado que da a la calle.

La idea (a poco no es una ternura??) es que el hombre proteja a la mujer. Por lo que me han explicado, es una costumbre que viene de cuando por las calles transitaban caballos y carretas, y así el hombre cubría a la mujer, y la protegía.

A mi me parece encantadora la idea. Además, es algo que ves en TODOS los hombres. De cualquier estrato, condición social, y/o lo que se les ocurra. Lo se, por que a mi se me vive olvidando el detalle. Mejor dicho, normalmente no me fijo en ese asunto, y siempre, de un modo u otro salgo regañada por que “a ver, que las mujeres van por el interior de la banqueta!!!).

Y me han “regañado” desde mis amigos más fresas, que ùltimamente han decidido que ya no me lo dicen más, sino que me van agarrando del brazo, y de un jalón preciso me dejan en mi “lugar”, con la frase lapidaria de “!!otra vez!!”; hasta el portero de mi oficina que ya me vació por no caminar por donde debo (sin contar con que casi me pega por que yo abri la puerta y no espere a que me la abrieran)

Invariablemente, se me olvida. Es decir, cuando camino o voy pensando en la conversación del momento, o voy pensando en la dirección a la que tengo que llegar, o voy pensando en “no te caigas”, pero normalmente se me olvida el detalle de en que parte de la banqueta estoy.

Incluso mi jefe me lo ha dicho con el mismo tono que usa para dar ordenes y dictar memorando verbales: “no me importa como caminas tu en tu país, acá las mujeres van por la parte interior de la banqueta, está bien”. No, pues hasta por las buenas, jeje.

Miles de enredadas, cuando voy caminando con alguien, discutiendo o conversando, y ADEMAS de todo (es decir del no te caigas) tengo que pensar en que lado del anden debo ir cuando cruzo la calle, y que de todas maneras la conversación fluya (por que uno siempre cruza la calle cuando el chisme está en lo mejor...son como los cortes comerciales de la vida real) y no quedar caminando o mirando pal lado contrario a donde quiero ir. Demasiado para mi coordinaciòn motriz.

Pero de todo esto caí en cuenta hoy, por que a la salida de una reunión, entre un argentino y un colombiano (post aparte pa esemejante relajo de reunión) a ninguno de los dos les importó un carajo por donde estaba caminando yo, y la verdad, la verdad, extrañe el regaño.

Uno se puede acostumbrar a las cosas más raras, no??

7 comments:

patton said...

Para tener en cuenta cuando venga a visitarnos. Y mire que curioso a mire en las uropas me pasó lo mismo .. yo tengo la maña de ir siempre por la derecha ... por maña. Y caminando por alguna calle con una "local" se daba el mismo fenómeno, la misma discusión. Y la explicación que me dió era completamente opuesta a la que le dieron.

Resulta que en las ciudades medievales cuando vivían en guerra permanente entre pueblos, cristianos o por alguna buen pendejada estaba en tropel entre ellos, como las ciudades eran amuralladas lo que hacían era tirarles piedras o cosas a los transeúntes. Y la mujer estaba del lado de la muralla para que fuera a la que le dieran primero, porque era menos grave que mataran la vieja, ya que al man lo necesitaban para vengar su muerte, cosas de la guerra.

Así que no es por hacerla dudar de las caballerosas intenciones de los hombres de allá ni de cizañero,no. Sólo cuento lo que a mí me contaron. Si una de las dos, o ambas son leyendas urbanas ... no lo sé. Habrá que preguntarle a Diana Uribe.

De hecho lo haré, va a ver.

vientik said...

A mi la costumbre de "pegada a la pared" no me gusta mucho. Y si he tenido discusiones con mis compañeros mexicanos, pero por mi derecho de caminar por donde yo quiera y sobretodo de no renunciar al derecho de cambiar de dirección, de un momento a otro y tropezarme con el mexicano, que no sabía, ni tenía como saber, los cambios de dirección de mis pasos.

Aunque el detalle me ha salvado muchas veces de una atropellada segura, pues aquí, "EL peatón tiene la vía", entonces yo me puedo cruzar una calle sin consideración de la velocidad y distancia de los carros que vienen. Siempre he tenido una mano mexicana amiga que me hale y me ponga a salvo en la banqueta.

Antropomorfo said...

Veamos, existen muchas explicaciones acerca del origen de esa costumbre. La más apegada a la realidad hasta donde yo sé tiene que ver con la ausencia de drenajes y la costumbre de vaciar por las mañanas las bacinicas por la ventana gritando "agua va". Las mujeres caminaban pegadas a la parde para evitar el baño de... de... bueno de contenido de bacinica. No es una costumbre mexicana sino Europea que se ha ido perdiendo cada vez más (afortunadamente). De hecho tiene años que no pensaba en ello hasta hoy que leí tu post; tenía en mis años universitarios una novia moreliana (de Morelia) y cuando íbamos a su tierra entonces sí exigía caminar por el lado "correcto", porque ahí si te veian mal... en fin. Saludos

Alrevez said...

Me encanto este post, uno que se las da de caballero, de abrirle la puerta a la dama, y de darle la mano, y todas esas cosas, que enseña la urbanidad de carreño y a mi hasta ahora ellA, fue la que me enseño que uno (niño) debería ser el que esta hacia el lado de afuera de la calle, y ella (niña) la que esta al lado interior, (que tambíen me vengo a enterar que se llama como se llama);

Claro aún a veces se me olvida, pero es que al final de cuentas si a uno le va a pasar algo le puede pasar ya sea en la banqueta, o en el lado que sea.

ru said...

es que ellos tienen esos detalles encantadores, definitivamente una termina fascinada, hay que admitirlo. dicho sea de paso, un abrazo señorita maja!

KAMYLO said...

sabes, esa era una costumbre que solia tener.... ahora por razones obvias no la puedo ejercer mucho, pero algunas veces cuando ruedo al lado de Pao, lo hago protegiendola!!!

Alicia said...

Nunca había escuchado nada acerca del lado de la acera en que deben caminar los sujetos de conformidad con su sexo, pero estoy de acuerdo en que la explicación que tiene esta costumbre en México es muy romántica. De otro lado, siempre me ha molestado ver que los adultos que caminan con niños por las calles y hasta por las carreteras colombianas, pongan a estos últimos del lado en que vienen los carros... en este caso esta costumbre deberia estar más que institucionalizada.