Y te ví
Es el metro. Es muy tarde. Hay poca gente. Dos pasajeros, cada uno en su mundo. Ella regresa a casa con el corazón resguardado. "Es mejor así". No son tiempos para el riesgo. Aprenderé a vivir sola. El ruido del vagón a toda velocidad se mezcla con los sonidos que salen de su Ipod, directo a sus oídos.
De cabello negro, y zapatos de goma Él también va a casa. No más su casa es mi casa. Desde ahora será solo mía. "Es mejor así". En esta ciudad no será difícil comprar cariño cuando ya sea urgente y necesario. No importa, en casa estaré yo. El ruido de las guitarras eclécticas que escucha en el Ipod no lo dejan escuchar el sonido ambiente.
Y se miran. No sonríen. No son tiempos para ser amables con los desconocidos. Se evalúan. Ella es bonita. Un poco melancólica, pero eso esta bien. La felicidad no siempre está a la vuelta de la esquina. Él se parece a alguien más. Los rasgos del hombre promedio, del hombre del que siempre quiso estar enamorada.
Ha sido una evaluación positiva: en otro mundo, y en otra vida pudiéramos ser amigos. Pero es mejor no pensar en eso, por que hay que tener los pies en la tierra. No sirve, ni ayuda de nada estar fantaseando con quien va a cuatro asientos de ti en el Metro.
Los dioses del destino suspiran y buscan una nueva oportunidad con alguien más. "Que tontos son los mortales". Todo lo que tenían que hacer era sonreír y el azar hubiera estado de su lado. Pero está bien. Estos son tiempos de gravedad.
Ellos, abajo, jamás sabrán que estaban escuchando la misma canción: Un vestido y un amor.
Monday, June 12, 2006
Cuento
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6 comments:
y a pesar de que estos no son tiempos para andarse con esas cosas... a veces uno se arriesga, y algo, sorprendentemente bueno, puede pasar
http://julyhyperballad.blogspot.com/2005/10/encuentros-cercanos.html
es definitivo, la cosa esta es en "dejarse querer".
jaja, así es. En efecto los mortales somos medio pendejos. Pero es que vea a quien le mandan señales!! ¿Que no entienden que algunos no entendemos indirectas?
Me gusto mucho tu cuento!.
Es tan cierto, si tan solo uno se diera cuenta que el destino, el cosmo, los dioses, o como le quieras llamar, te pone la felidad frente y uno le pasa de lado por caminar viendo al piso.
Saludos!
Lo poderosa que puede llegar a ser una sonrisa.
Y eso lo digo por experiencia propia. Cuando estoy en el ascensor con desconocidos, y los saludo con una sonrisa, por lo general me saludan de vuelta.
hmm pues me ha pasado un par de veces y las dos veces me lamenté por no haberme comportado diferente.
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