El azucar para ser blanco (*)

Para alguien como yo, que contó con la suerte de tener un abuelo negro, es muy claro que hay cosas que no se logran solo con los genes. Cosas como bailar como lo hacen los negros.

El cine nos enseño hace años que los blancos no saben saltar. Bueno, les puedo jurar que tampoco sabemos bailar con ese ritmo. Es impresionante de ver, por que a cada movimiento del negro en el escenario, mientras suenan los tambores, uno tiene la certeza de que los genes y Mendel no lo resuelven todo en el mundo. Hay cosas que ya no se lograron jamás.

Este fin de semana fue la fiesta de independencia del país en donde es originaria mi compañera de apartamento. Así que nos fuimos a ver las fiestas, aprovechando que no se trataba solo de comer. Iban a hacer una presentación grande de un grupo de garifunas. Los garifunas son negros que se establecieron en honduras gracias a un destino menos trágico que el resto de sus pares. Cuando iban navegando como esclavos, el barco en el que iban naufrago frente a las costas de lo que hoy es Honduras. Los sobrevivientes se mezclaron con los indios que habitaban esas zona, y generaron unos sambos (así se llama la mezcla de indio y negro, pa los que no fueron a esa clase) que son impresionantemente altos (les juro que el man en el escenario era como dos veces yo de alto) y que se mueven a ritmo del tambor como si fueran uno solo.

Me recordó, claro, todas las presentaciones que uno ha visto de los negros de Pacifico nuestro, bailando el mapale. Yo me acuerdo que desde que uno tiene como 5 años insisten en los colegios en hacerlo presentarles bailes que llevan el mapale integrado, en las múltiples presentaciones de “nuestra cultura” que los colegios se inventan todos los años. Jamás uno lo logra. Esa vaina solo la baila la gente que ha nacido con ella entre los genes. Si no lo sabre yo, que debería tener todavía algo de esa mezcla.

Pero no. La verdad es que la música de todos los negros se parece por que en todas las manifestaciones es el tambor el que mueve la parada. Y es cierto, nada suena más rico que el tambor cuando lo saben tocar.

Les dejo un video que grabe de prueba. Ojo al movimiento de cadera del negro que esta bailando. Dios santo…es que si el mito es cierto….por lo menos ya se mueven como se tendrían que mover.



Por cierto, el ritmo que bailan es el original de la Punta. Pa que sepan de que les hablo, todos aquellos que en sus épocas de adolescentes bailaron “Sopa de Caracol” bailaron punta. O bueno, al menos hicimos el ridículo intento, dada la demostración original.

(*) necesita de la sangre negra, de la tierra negra y de los negros. Pequeño homenaje a esa gran novela AZUCAR!!!!