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Saturday, December 01, 2007

Una vez más.

Ya no es tanto, por que claro, uno está lejos. Pero si, yo no creo que haya un colombiano que en algún momento de su vida no se haya hecho la pregunta: ¿Qué hago si me secuestran?.

A la gente de por acá le cuesta mucho entender eso. Nada más eso. Es decir, que uno si se haya planteado esa pregunta....en los peores años, y aún dadas las noticias.

Yo recuerdo que en casa lo hablamos. Para entonces, todos teníamos trabajos en donde, dadas las intenciones de la guerrilla, todos podíamos ser “objetivos militares”. Era así de sencillo. No me acuerdo, ahora de lejos, pero en esa entonces todos seguimos con nuestras vidas sin mayores contratiempos: solo que sabíamos, teníamos esa certeza en la cabeza. Si nos secuestran, nos hacemos matar.

Trate de explicar eso. De que la gente de acá entienda que ud si se planteo esa posibilidad. Que este si fue un tema de sobremesa en cualquier cena familiar. Que ud si lo habló directamente con sus seres más queridos. Y que si, igual seguíamos levantándonos por la mañana a lo que siempre hacíamos, nada más por que no hay otra forma de vivir.

Normalmente el mexicano no lo logra. Lo miran a uno abriendo los ojos (como si uno les fuera a echar gotas) y se rehúsan a entender el concepto. “Yo prefiero no pensar en eso”. Si claro, nosotros también. Lo hablamos alguna vez, cierto, el tema quedo definido, y creo que jamás se volvió a tocar. En medio de todo éramos afortunados (lo somos) nunca vivimos en alguna de esas zonas en donde no es solo una posibilidad, sino una amenaza real que puede tocar a tu puerta en cualquier momento. Padawan sabe de lo que estoy hablando.

Yo en realidad no puedo explicarlo. Pero uno si sigue con su vida. Claro, empieza a seguir “recomendaciones” y hace cosas que acá suenan a espejismo. No viajar de noche, dejar en regla sus papeles, mantener contacto continúo, explicar y describir los desplazamiento, dejar copias de seguridad de todo. A los de acá les parece increíble que uno haya seguido la vida aún con una posibilidad así.

Pero lo cierto es que seguimos, lo cierto es que se nos olvida que hay 3,000 personas padeciendo ese calvario, y que por lo tanto hay cientos y miles de familias colombianas partidas a la mitad por esa pesadilla. Lo cierto es que casi todos tenemos un conocido con un familiar y amigo secuestrado, o que estuvo secuestrado. Lo cierto es que muchos de los que se fueron del país en los 90’s lo hicieron por ese miedo, y lo cierto es que nadie está haciendo nada concreto (además del ridículo en las noticias) por ayudar a la gente que se está pudriendo en la selva. A mi me lo dijo alguna vez mi exjefe, que estuvo secuestrado por Pablo Escobar como 9 meses (lean Noticia de un Secuestro y verán que lo siguiente que voy a contar es verídico): un secuestro es como estar muerto en vida.

Y hoy, cuando se hizo pública la carta de Ingrid Betancourt a su familia sale la misma frase: acá todos estamos muertos en vida.

Lo siento, a mi no me vengan con explicaciones políticas, jurídicas o legales. Si estuviera en mis manos, yo daría todo, lo que fuera, lo que me pidieran, por que esa gente pudiera volver a ver a sus familias. Pero yo si quiero, en algún momento, poderle explicar a los de acá que entendimos que el sufrimiento humano no puede ser el precio a pagar por un concepto tan vacío como “gobernabilidad”. Molly también ya vivió de lo que hablo yo.

Más que una generación perdida en la espiral de la violencia, con el secuestro, estamos dejando que crezcan generaciones enteras desperdiciadas en la eterna espera de un milagro que no va a llegar. Aprendiendo a vivir como muertos. Y eso no lo vamos a recuperar nunca. Lo entiende uno, ahora que vive lejos y aún así no logra dejar de preguntarse: qué haría yo, si me secuestran?.

Una vez más: los queremos a TODOS, libres, vivos y en Paz.

5 comments:

patton said...

En mi casa la orden es clara: "no den un peso". Lo que pasa es que uno es muy machito cuando no está en esa situación... pero hay que ser insensible en estos casos. Sin remordimientos: la orden es esa: "olvidénse de mí". Es una orden, no una petición.

Es como con la limosna: si nadie, absolutamente nadie diera limosna ... pues no habría limosneros. Con el secuestro extorsivo es lo mismo: si nadie pagara pues no tendría sentido secuestrar. El canje (o el pago, que son lo mismo) es legitimar el secuestro como medio para obtener algo a cambio, es darle sentido, valor, utilidad. El día que se intercambien "canjeables" por guerrilleros a los pocos meses vuelven y secuestran más personas canjeables por más sinverguenzas de esos... secuestrar una persona es increíblemente fácil: solo se necesita un arma y en que transportarla.

Que los liberen, a todos ... y sin pedir nada a cambio. Tal vez así los empezarían a tomar en serio.

Mafe said...

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yo no levanto una mano, levanto LAS DOS

Que Dios nos proteja, y si, los queremos LIBRES, VIVOS Y EN PAZ.

N.Santamaría said...

Ni un peso, porque plata es lo unico que pediran en ese caso, ya que como somos ciudadanos del monton, no clasificamos dentro de los canjeables.

Pero si algo que me produce gastritis es todo el protagonismo de Ingrid Betancourt. Me da mucha, pero mucha rabia cuando pienso en como fue que la secuestraron.

A mi me duelen en el alma los 2,900 y pico del monton, aquellos que solo son mencionados en sus casas, y que seguramente estan bajo las ordenes que como en el caso suyo, de Patton o el mio dictan: Ni un peso. Que nos maten.

Juanpa said...

de acuerdo con patton, aunque hay que ver si decimos lo mismo estando en esa situacion. Con la persona que uno mas quiere en manos de unos asesinos, tal vez uno se capaz de dar a cambio lo que sea....
Es una situacion muy complicada, pero como el dice, QUE LOS LIBEREN A TODOS SIN CONDICIONES!

Anonymous said...

Estoy de acuerdo con Patton y con todo respeto Maja cuando dices que hay que dar lo que sea, piensa que eso solo hace que el secuestro sea má efectivo pues obtiene su fin último y que mañana tengamos el triple de secuestrados.
De cualquier modo siento mucha pena por las personas que están secuestradas y creo que si hay que hacer algo para exigirle a quienes los tienen (sean Farc, paras o lo que sean) que los liberen inmediatamente y sin condiciones. No podemos seguir sentados ignorando el dolor de estas personas. Hacer algo para que los liberen es responsabilidad de todos. Liberarlos es responsabilidad únicamente de las personas que los tienen retenidos.