Fisica Pura

Uno ya empieza a llegar en esta vida a la edad en donde se plantea teorías. Axiomas, reglas, leyes…cosas para saber cómo vivir de la forma en que más le gusta a uno. Yo, acabo de formularme una de vital importancia: la cortesía llega hasta donde la física pura lo permita.

Ahora, el problema es que alguien tiene que explicársela a los locales, por que me estoy hartando de qué no manejen conceptos de física pura.

Concepto 1: Dos cuerpos no pueden ocupar el mismo espacio. Eso, en términos de cortesía y fina coquetería quiere decir que o UD sale del cajero, o yo no puedo entrar. O UD sale del ascensor, o yo no puedo entrar. Así de sencillo. No se me malinterprete, a mi me parece lindo que quieran abrirle la puerta a una, pa que sea una la que entre, y no tenga que ni abrir la puerta, ni sostenerla, ni nada. Pero marik, a lo bien, si ud no sale, NO ME DEJA ENTRAR!!!.

Concepto 2: No somos hormigas, no podemos cargar el equivalente a tres veces nuestro peso a las espaldas. Es decir, es muy lindo que un man que ya viene cargando unas cajas, y un termo, y un celular, y una mochila, y no se que más vainas, todavía tenga la ingenuidad de decirle a uno “te ayudo con esa caja”. Pero, POR FAVOR!!!, es decir, entre otras muchas cosas a mi no se me va a partir una uña por ayudarle a alzar una simple caja, que en la mayoría de los casos ni pesa….y admítanlo jóvenes: no pueden cargar con todo.

Concepto 3: El sonido no atraviesa paredes, ni vainas similares. Es decir, si uno está hablando con una persona, y esa persona de improviso se baja del carro, se sale de la habitación, u acelera pa llegar a las escaleras, solo para que una “no abra la puerta”, pues marik, lo que va a pasar es que no va a oír lo último que uno dijo. Nada que hacer…..o abre la puerta o escucha…física pura insisto.

Que quede claro que a mi me gusta mucho lo detallistas, amables, gentiles y caballerosos que son los hombres en México, pero es que hay que entender que hay cosas en la vida que tiene que tener un límite. Ya saben, la vieja historia de siempre, que los derechos hasta las obligaciones, que mi libertad hasta la de los demás, y que la cortesía hasta donde la física da.

Que levante la mano el que me entienda.