En la calle hay un trancon.

Viviendo en está ciudad uno aprende a hacer muchas cosas al mismo tiempo. Lo principal, es que aprende a hacer rendir el tiempo a niveles que ni Dalí con sus relojes hubiera imaginado.

Una de los principales recursos de casi todos los que conozco, es que terminan hablándole a los amigos sólo cuando van en un trancon (a.k.a a vuelta de rueda). Es una vaina muy curiosa por que casi ud necesita un tráfico de mierda, para poder hablar con sus amigos más allá de 3 segs.

El asunto se pone interesante cuando ud no va en su propio carro pa contestar, sino metida en un bus, en un trancon muy parecido al de su amigo. Con algunas pequeñas diferencias, la primera de ellas, que en los buses, la música y el nivel de la misma, no lo decide uno.

Es muy entretenido pensar que pa mis amigos/as yo debo siempre estar metida en el peor de los muladares, si juzgamos por la música que se oye de fondo siempre que me hablan. Además, siempre la misma razón: “acá, en el tráfico”. El día menos pensado alguien debería ponerle de nombre a una cantina “El Tráfico” y salimos de ese tema por la derecha.

Mas chistoso aún, que cuando no lo llaman a uno, y es uno el que tiene que contarle al amigo, y al bus entero que escucha, los problemas del trabajo de la clase de turno, esto mismo le pasa a los vecinos de asiento. Es decir, siempre siempre ud terminará enterándose de las vicisitudes de algún pasajero, que por supuesto, tiene un amigo que lo llama desde algún trancon.

El gran problema es que son historias inconclusas. Yo quisiera que alguien pudiera ayudarme a saber qué paso con la señora que tenía que prestarle 45 pesos (como unos 4 dólares) a la cuñada, para que se hiciera no se que chequeo médico, sin que el hermano (hermano suyo de ella) se enterara por que bien podía volar mierda al zarzo. Me quede con esa duda. Con esa y con miles más.

Por cierto, si alguno de los que pasan por acá han oído alguna de mis historias inconclusas, y se quieren enterar bien de cómo es el chisme. Pregunte no mas!!.