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Thursday, July 14, 2011

El placer de leer.....en un kindle

Para empezar este post tengo que explicar que yo NO creo que los libros electrónicos vayan a acabar con los libros impresos. Jamás he creído que una nueva tecnología acabe con su antecesora y por sobre todo no creo que haya nada que acabe con el placer de leer y comprar un libro impreso. Si ud si lo cree así y me va a salir con esa conversación, mejor y dejamos todo así.

Aclarado ese punto, lo que sí han hecho los libros electrónicos es recuperar el status. Me explico:

Yo llevo muchos años cargando libros para leer “en donde se pueda”. Y siempre, siempre, me habían mirado como bicho raro. Creo q la gente sólo considera que uno debe leer si va en un tren atravesando Europa, pero como jamás era el caso, siempre me vieron como “ahí está esa ñoña de mierd que no suelta el libro ni para beneficio de la comunidad”. En el mejor de los casos, me regaban porque “anda cargando ese libro tan pesado y se va a romper la espalda”.

La verdad es que contrario a lo que nos enseña el cine, cargar libros está muy mal visto. Dígale ud a alguien de una mudanza que “esa caja tiene libros” a ver qué cara le pone. Le aseguro que no será una da “ahhh bueno, en ese caso vamos a tratarlos con cuidado y asunto arreglado”. O entre ud a un bar con un libro en la mano a ver si te dejan sentarte en una mesa. Es muy raro el que te suma puntos en la vida porque andas cargando un libro que lees en períodos de a 20 minutos en cualquier lugar que se deje.

Eso, claro, antes del kindle, ipad o cualquier dispositivo electrónico que te deje leer, claro.

Ahora uno es popular. “Ayyyyyyyyyyyyyy ya tienes un kindle” (mi caso).

Ahora todo es “ayy que bueno que lo traes en la mochila” y nadie se acuerda de los dolores de espalda o del “por qué cargas siempre una mochila”. Nadie discute ya si uno saca un dispositivo electrónico en un bar. Me di cuenta hace poco. Lo máximo que pensaran es “miraaa, debe ser RE importante”. Así, de la nada y de segunda (mi caso, de nuevo) uno adquirió status.

La ventaja del Kindle – entonces - no es sólo que te deja cargar 25 libros en lo que no alcanza a pesar ni uno. Es que además puedes estar leyendo “Mi lucha” y nadie va a pensar: “miren ahí va esa nazi de mierda que pretende sentarse al lado de mi mesa”. Lo máximo que van a pensar es “carajo, yo también quiero uno así”. Status, les digo. Inmediato.

No es mi caso, pero casi. Yo ando leyendo una colección de columnas de Pérez – Reverte. Por ese libro fácil me hubiera ganado al menos un “gachupina de mierd” en el mejor de los casos (que es en el que alguien identifica al autor) o un “ayy que hueva leer libros grandes” si no. Pero como lo estoy leyendo en el kindle, los comentarios todos han sido sobre la posibilidad de tener wifi en cualquier parte. Y todos tan contentos, caray.

No está nada mal. Digo, para ser un gusto tan prostituido el que hayamos recuperado status es una gran contribución.

Que levante la mano el que me entienda

4 comments:

Mafe said...

Tres cosas:

1. Yo quiero uno.
2. Maja chicanera!
3. No sé si quiero que algo o alguien me quite el status de ñoña... no sé.

Antropomorfo said...

yo nunca me he sentido discriminado o bicho raro por cargar un libro. Ora sí no entendí el post. O soy tan autista que nunca registré el bichorarismo que me rodea

Frau Rodriguez said...

yo soy de las que cargan el libro, pero en este país la gente sí es nerd p'eso, no es mal visto, x el contrario, muchos se avientan el librazo a la espalda (q sean unos huesos de novela histórica o de suspenso es otra cosa).

admito q soy de las q se queda viendo pasmadota al / la feliz propietario/a de un e-book en el trasporte público. quisiera tener en una novela un ctrl+f para buscar un personaje q poco aparece, o cosas así.

hace rato vengo pensando si hacerle al bicho, ahora ud. me tienta...

si se consigue variedad de títulos buenos? esa es mi preocupación. de todos modos en este momento tengo + en hardware de lo que puedo leer, voy acabando de a poco lo q comencé hace raato.

saludo!

Oscar Castañón said...

Ooh sí, sin mencionar la molestia de sacar un libro pesadísimo en el transporte público y/o no poder leerlo.

Yo también solía ser de los que cargaban un libro a todos lados para leerlo en ratos libres y siempre me ganaba un "Se siente bien intelectual".