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Saturday, February 09, 2008

Súbete a mi moto

Yo siempre lo he dicho: si a mi la crisis de los 25 años casi me mata, la de los 30, lo hará.

Y ha sido así, efectivamente. Empezamos, siempre, por cambios poco radicales. Ahora tengo el pelo naranja oscuro, y espero en un mes tenerlo más a un estilo “naranja fanta naranja”. Pero por ahora, sólo se puede ver “en su esplendor” cuando me llega directo el rayo del sol…y como eso ya cada vez menos, pues no hay problema.

Lo siguiente fue un poco más intenso. Al menos para mi. Por primera vez en mi vida, sobria y decidida, permití que me subieran en una moto (de esas grandes), me dieran una vuelta por toda la ciudad y después me trajeran a mi casa. Es decir, en corto, por primera vez en mi vida llegue en moto a mi casa (cuidado los vendedores de pantalones de cuero!!).

La verdad no fue un asunto tan planeado. Es un amigo que está estrenando juguete y que últimamente tiene conversaciones un poco monotemáticas sobre el tema. Así que yo ya había pensado que si voy a terminar sabiendo de cilindrajes, por su influencia, no tenía nada de malo que probara lo que era montar en moto. Jamás me había subido a una de esas. Les tengo pánico escénico. Además, paranoica como soy, no puedo dejar de imaginarme mil y una imágenes en donde choco contra el pavimento y lo único que hay es mis rodillas volviéndose pedacitos.
Pero voy a cumplir 30 años, y empiezo, de nuevo, con el tema “no puedo dejar que pase más tiempo sin saber lo que se siente”. Y eso, eso me va a matar. Lo se.

Lo más difícil de montar en moto es subirse. Bueno no, subirse y no caerse. Es decir, agarrarse. Por que ud no tiene cinturón de seguridad, ni ni mierd que lo sostenga. Una vez encaramada en una de esas (repito, una de las grandes) a ud solo le queda agarrarse a unos tubos con sus manos. MANOS!!!. Si claro, con la fuerza que tengo yo en las manos. Lo demuestran los miles de tarros de mermelada que si puedo abrir, ajam.

Durante todo el trayecto, que debió durar algo más de una hora, yo logre compenetrarme con el metal de esos tubos, al mejor estilo “piratas del Caribe” en donde los condenados se vuelven uno con el barco, y ud no puede saber en dónde termina el fuselaje. Así. Sentía las manos calientes y me dolían, pero yo ni por el puts iba a soltarlas. Así que, eso es lo más difícil.

Después está el asunto de controlar tu imaginación. Cada vez que pasábamos cerca a un carro y yo veía mi rodilla a centímetros del espejo retrovisor del otro, mi imaginación iba más rápido y veía como mi rodilla golpeaba el espejo, y se abría, y la rotula, y el liquido, y la sangre. Eso, también es difícil. En mucho, por que he de admitirlo, a los conductores de carros les valen madres las motos. Es impresionante. La primera vuelta para ver si yo definitivamente me animaba la dimos en un barrio residencial y en menos de 5 minutos 3 carros se le cerraron. Lo juro. Ellos a él. Impresionante. Es raro ver el mundo de pronto desde la perspectiva del que va en una moto y saber que, aun cuando no está siendo irresponsable (es lo que más agradezco, que me trajo en absoluta consciencia de que tenía que ir despacio y tenía que manejar bien) los carros ven a las motos como “cosas que no están”. Yo no lo había pensado así.

Hay cosas que me parecieron muy raras y que disfrute. La sensación del viento, y el ruido cuando vas a 80 kms por hora (fue lo máximo que alcanzó). El oír el mundo es muy raro. Oyes las conversaciones de los carros de al lado, oyes todo. Los olores. Aunque mucho si es oler gasolina y humo, también hueles cosas como el pasto mojada, o el perfume del man que va manejando. No se, la parte de las sensaciones me encantó.

Hay cosas que no disfrutas. Cómo el que no puedes hablar con tu amigo. Nada. Y la verdad me costó bastante empezar a ver, porque mi primer instinto fue cerrar los ojos. Así que el tenerme confianza como para voltear a mirar de para atrás de la moto. Puff, un proceso larguísimo. Odie la reversa. Por que claro, mi imaginación de nuevo, vio como el carro que no se fija que hay una moto retrocediendo se estampaba contra mi columna vertebral. Así de fuerte.

Lo cierto es que si ves el mundo desde otra perspectiva. Los topes (a.ll.a policías acostados) se vuelven grandísimos y dificilísimos de superar. La noche es más fresca que de costumbre. La velocidad te pega en la cara, de lleno. Y de pronto te das cuenta que estas haciendo algo que bien podría calificar como “crisis de los 30 años” pero que corre el riesgo de gustarte mucho.

Y que levante la mano el que me entienda. (y por favor, no le cuenten a mis padres).

9 comments:

JuanFalla said...

“no puedo dejar que pase más tiempo sin saber lo que se siente”
No solo con montar en moto, sino con otro monton de cosas que hay en la vida que deberiamos "experimentar". La vida es muy corta...

Lo que escribes de las sencaciones mientras se monta en moto, tampoco lo había pensado. La verdad, la última vez que monté en moto tenía unos 6 años.

Yo si desde hace rato que me quiero comprar una, solo me ace falta la plata!!!! jajajajajaja

Anonymous said...

jajaja, bienvenida a mi mundo. Pero sin la paranoia de la rodilla desbaratada, nosotros vamos por rápido a 30.

las motos fueron diseñadas para ser usadas por una sola persona. Ser pasajero es una abosulta pesadilla, eso de no tener* de donde agarrarse es lo peor.

¿es en serio de lo de la fanta naranja?. Es que se me vino la imagen mental de Fanny Mickey...

*bueno, depende.

ru said...

yo levanto la mano!!! porque aquí en México, en diciembre del año pasado, también monté por primera vez en moto... pensé en decir que no, claro, pero igual, inmediatamente uno piensa que ya es hora de saber qué se siente, y también me encantó, es muy bacano una vez el susto ha desaparecido... y sí, crisis de los 30, ahora que me falta tan poco para llegar ohhhh!!!!!

vamos a ver si sobrevivo... yo creo que sí, jeje, hay muchas cosas todavía que quiero ver.

abrazos y deseos para que nos veamos pronto, señorita.

Mafe said...

AY SUMERCE!!! Y hay fotos???

La verdad yo nunca creí lo de la crisis de los 30, pero soy conciente que desde comienzo de año ando con unas tendencias psicóticas hasta marcianas ála. Y eso que todavía me falta un rato largo pa'l cumple.

La montada en moto? esa etapa suicida la viví hace algunos años y el porrazo fue APOTEÓSICO. No sé que dolía más, si el cuerpo o el ego.

Y... fresca que al final del cuentas podemos decir que fue por ser el año de la Rata, no?

Anonymous said...

espero que hayas usado casco. si vas a seguir subiendote a una moto, es recomendable que te compres también una buena chaqueta con protecciones.
mi marido es motociclista.. por lo tanto... yo también.

N.Santamaría said...

Ahora imaginese la sensacion bajando por una trocha en una bici.

Priceless, para la sala de emergencias esta mastercard...jajaja.

Anonymous said...

"de las grandes"... eso es una descripción de motocicleta?
y si, la de los 30 es dura, no te imaginas para un hombre la de los 40...

@LargoL said...

Estoy en el telefono con MAFE y le estoy diciendo . . . me gusta la descripcion de MAJA . . . [de las grandes] ahora veo el comment de Gerente y me doy cuenta que no fui el unico . . . . creo que gerente y yo estamos pensando lo mismo: viejas !!!! ja ja ja ja . . . no offense !!


Yo si he montado MUCHO en moto, de las grandes y de las pequeñas, ja ja ja

Aunque admito que no se manejarlas.

Varias veces en Colombia me mataron los gusanos con montadas en moto !!!

e. said...

...la primera vez que me subí a una moto, le di la vuelta a una cuadra a dos por hora, no cuenta.

...la segunda, me subieron al segundo piso de noche y, ejem, sin casco. ahí me dio un poco de miedillo, pero la experiencia: el viento, la vista, etc.: maravillosa!!!

...la tercera vez, me fui a Acapulco, por la libre... como seis horas, y salvo el hecho que me levanté de la moto caminando como John Wayne, DISFRUTÉ MUCHÍSIMO!!!! El mundo se ve diferente, hasta el tener que estar seis horas hablando contigo misma... es más, hasta canté a todo volúmen con el casco completo, obvio nadie me escuchó más que yo... fue divertido... y allá en acapulco, el subir en la moto vestida de "antro", eso sí que es complicado... a quién se le ocurre tratar de subirse en minifalda... pero igual fuimos el show de la costera y yo rayada.

...desde entonces, sólo un par de veces más... ya el novio dice que a él no le gustan y que ni me imagine que me va a llevar de paseo a ningún lado... tampoco lo voy a extrañar... pero moriré sabiendo que no me quedé con las ganas!!!

ah... y no necesitas ir agarrándote... tu cabeza cree que lo necesitas, pero no... el chavo este insistía que le tomara por la cintura todo el camino... y te lo juro, es hasta más cómodo con las manos en las rodillas, con la filosofía que si te caes, agarrarte del tubo no te va a servir de nada, mejor ir a gusto!

besos, e.