No soy la primera en escribir que las nuevas redes sociales generan nuevas dinámicas de comunicación que necesitarían nuevas reglas, nuevos esquemas, y sobre todo, nuevas definiciones de lo que está bien, o no. Digo, para aquellos a los que nos gusta saber que existen las “delgadas líneas rojas” y por lo menos tenerlas identificadas. Nadie está creando la “policía twittera” pero a mi en particular me gusta saber que existen las fronteras. Así sea para cruzarlas.
Dilemas con los que me he encontrado ahora en Twister, Factbook, y sobre todo Google Real Time. (Los hechos, géneros y sujetos de los contenidos descritos a continuación fueron cambiados para protección de la conciencia de todos los lectores).
- Ud tiene una cuenta de Twiter desde hace siglo y su mejor amigo lo sabe. Discuten sobre eso varias veces. Él le ha afirmado en más de una ocasión que eso de Twiter lo encuentra ofensivo. “Es ventilar todo al público y además dejar un registro para que te encuentren”. Algunos adjetivos más fuertes. Ud lo entiende, es su amigo. Tienen gustos distintos pero conversaciones largas. Al final no importa. Sólo que un día, por curiosidad, lo busca y lo encuentra. Es fácil de encontrar, además. Como subestimando su inteligencia uso el nickname de siempre. Su correo. Algo muy sencillo. La cuenta de él, ni siquiera está protegida. Y ud encuentra un día que su amigo, que tanto despotricaba de Twiter tiene una cuenta desde hace más de un año. Le dice?. Arma Pelea?. Le sigue?. Le hace saber que le sigue?.
Silvio Rodríguez tendría que cambiar los temas de las canciones, pero la duda es la misma “hasta dónde se deben respetar las fronteras?”.
- Ud sigue a dos personas X por Twitter. Son una pareja. Ud no los conoce, los ha visto un par de veces por fotos, pero en realidad no sabe mayor cosa de ellos. Solo que son pareja y en teoría se quieren mucho por que mensajes acaramelados van y vienen con relativa frecuencia en el día. No pasa nada. Son melosos, pero no llegan al punto de hostigar. Ud los sigue por que independientemente de eso, son gente divertida e interesante. No tiene idea donde viven exactamente, pero cree que no viven en la misma ciudad. En fin, no es importante. Hasta que un día por pura casualidad empieza a seguir links y a saltar de un lado al otro y ya ni siquiera sabe cómo, acaba de encontrar que la vieja de “la parejita de Twitter” está casada y con otra persona. Muy casada. Tiene toda una vida, que además está registrada. Ya no sólo encontró el blog, sino que hay fotos, descripciones, y demás. Una cosa espeluznante por que el personaje de toda esta historia tan bien detallada, no es el mismo personaje de Twitter. De eso ud está segurísimo. Avisa? Abre la boca?.Deja un link muy casualmente?. Se tira la novela?. Le mete emoción a la temporada?. Desenmascara a alguien a quien, en estricto sentido, ni conoce?.
Yo a veces sueño con ser libretista de casos en Ally Mcbeal. Esto en EE.UU sería una demanda sin precedentes y seria Re taquillero.
- Ud va a una entrevista de trabajo. No cualquier entrevista. Le están ofreciendo EL TRABAJO. Así, en mayúscula sostenida. Ud se muere por trabajar en esa empresa, con ese jefe y bajo esas condiciones. En mi tierra dirían que “se le apareció la virgen”. Sólo que ahora ud puede salir de la entrevista y buscar en Google real time al que ud considera será el jefe de sus sueños. Y lo encuentra. En varias plataformas. Y el tipo es, palabras más palabras menos, un pendejo. En serio. Nada que defender. Comentarios insulsos, chistes tontos, quejas sin sentido. Y además, perfiles abiertos. Cero discreción para tamaña estupidez. No sabe que le molesta más, si que sea así de pendejo, o que ni siquiera tenga la neurona para no dejarse ver. Qué hace?. Lo cree?. Alguien que es un pendejo en tres plataformas sociales, lo es en la vida real?. Puede ser un buen jefe?. Valdría la pena ahora el trabajo?. Habría que decirle al “pendejo ex gran jefe” que ud lo sigue?. Seguirlo?. A pesar de todo??.
También paso mucho de mis días imaginándome los peores escenarios posibles. Y podría trabajar en una aseguradora imaginando TODO lo que puede salir mal, y seguramente saldrá.
Yo se. Bienaventurada yo que defino estos como mis dilemas diarios. No es cierto, yo también recibo la renta como si fuera una sentencia a cadena perpetua, y lidio con enfermedades, jefes y fechas de entrega. Pero entre todo aquello a lo que yo ya no puedo ponerle límite, me gusta pensar que siguen existiendo pequeñas estupideces que uno si podría manipular. Y hacerse el día. Así sea a costa de los demás.
PD: Si tiene más historias como estas, déjemelo saber. A mi me encantan estas pequeñas grandes disyuntivas.
2 comments:
No le digo?
Y yo convencida que lo del tag del ex en la foto de la ex por la mejor amiga de la nueva novia había sido un detalle poco coqueto... sumercé Majita armaste EL NOVELÓN!!
Brincos diera yo si algún día me encuentro una cosa de esas.... siempre y cuando la cosa no sea conmigo, o con sumercé.
A mí no me platique esas historias que me ponen mal, que a quien seguía resultó una pendeja, con quien salí resultó una sicótica y el que me comentaba, quería conmigo.
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