Está de visita en mi casa una amiga de blogger. De las
épocas en las que uno conocía gente muy distinto a uno a través de lo que escribían
en un blog que bien podría haber sido escrito por uno. Esa relación genera las
mejores amistades: reconocerte en el otro, como dirían los que saben de esto.
Estando ya con varios tequilas en la cabeza empezamos a
hablar de lo mucho que uno extraña eso: conocer gente de internet DE VERDAD sin
la necesidad de conocerlos. Twitter no permite esa interacción. Yo a ella no la
hubiera recibido en mi casa de haberla conocido vía Twitter. En 140 caracteres uno
no puede confiar en nadie. Se necesita el lenguaje y la comunicación para
desarrollar lazos afectivos, y eso no se hace en 140 caracteres.
Y entonces ella me hizo caer en cuenta de otra verdad: uno
también perdió mucho con la muerte de los blogs. Cuando uno tenía la disciplina
de escribir un blog se obligaba a pensar las cosas. No era simplemente llegar a
un lugar, avisar que entrabas a un sitio, o presumir una foto. Era mucho más
que eso: te obligabas a poner atención, a ver detalles, a recordar
conversaciones y conclusiones, por que sabias que al final tenías que llenar
una hoja completa con tu post sobre el tema.
Existe un nivel de pensamiento que te exigen los blogs, que
no te permite Twitter, ni Facebook, ni nada más. El entrar a un lugar, hacer un
viaje, conversar sobre una idea, obligándote a de verdad reflexionar sobre las
ideas, analizar hasta los paisajes, y además, recordarlo todo antes de venir a
escribirlo.
Yo extraño mucho ese nivel de ñoñez, por llamarlo de algún modo.
Y desde que lo hable con ella lo extraño aún más, por que dejando de lado el
hecho que yo no he hecho amigos en México como los que hice a través de
internet y los blogs, la verdad es que antes me gustaba no solo vivir acá, sino
pensar respecto a eso. Muy ñoño el plan.
Así pues, al menos una vez al mes vendré por acá a escribir
justamente eso: lo bonito que es vivir por acá, y cómo me va ahora que voy como
por la tercera reinvención. Prometo no escribir tratados somníferos, pero
también prometo que serán mucho más de 140 caracteres
A lo mejor y retomamos ciertas amistades
Levante la mano el que me entienda.
4 comments:
Te entiendo perfectamente y ando en una etapa de nostalgia bloggera, que me ha llevado a la firme convicción de retomar en forma mi blog, no escribo tanto (ni tan bien) como tu, pero si creo que twitter le quito mucho a los blogs y los usuarios nos dejamos meter los dedos a la boca con el cuento de lo inmediato y nos quedamos ahí.
Se que este sera el primer comentario mio que leas, pero soy una juiciosa lectora de tu blog, la falta de comentarios se debe al reader, que nos facilitó la lectura pero nos alejo de los comentarios.
Un saludo desde Pasto.
Se empieza a oír de nuevo a hablar de los blogs y eso no puede ser sino algo bueno. Y que sea un propósito comentar directamente en ellos, y no en twitter, cuando hay algo qué opinar sobre el escrito
Gracias al blog descubrí cuanto me gusta escribir, he conocido gente supremamente inteligente e interesante... madre! sumercé y yo nos reencontramos después de centurias, el blog no puede sino traer cosas buenas.
El pajarito azul y el carelibro son chéveres, pero no interesantes. La inmediatez (es palabra?) los hace diseñados para niños con serios problemas de atención, no para nosotros.
Entonces, chulito, chulito porque el año nuevo (porque claro, no vine a comentar sino en Enero 2013) sea el año en que revivamos esta costumbre deliciosa de conocer gente que vale la pena por lo que piensa y no por la cantidad de fotos que publique.
Salud!
Vea usted, leo esto hasta ahora porque ando justamente con esa nostalgia bloggera, las ganas de "de verdad" retomar el blog, por los diversos ejercicios que implica.
Quién sabe si usted lea pronto esto.
Por lo pronto, un abrazo.
Post a Comment