De vez en cuando uno lee alguna
cosa que lo shockea. Y en mi mundo, cuando eso pasa, tengo que escribirlo. Hoy
leí la frase “Imagina lo que sería si tus creencias te garantizan que jamás
llegaras a la meta que quieres llegar”. (*)
PUM.
Yo no sé uds, pero la mitad de mi
vida me he sentido así. Tal cual. Más o menos desde los 20 años yo sabía que no
quería ser esta persona a la cual le estaban diciendo que tenía que ser. Desde
esa fecha me he despertado diciéndome cosas como “tiene que existir otro camino: yo quiero hacer algo diferente”. No más, o
mejor. Ni siquiera significativo. Vamos, que jamás he esperado encontrar la
cura al cáncer. Diferente. Nada más eso le he pedido yo a la vida desde hace
muchos años.
Curiosamente, e ironías de esta vida,
sólo en los últimos 2 años he sentido eso. Que estoy viviendo la vida, lo más
parecido a como siempre me la imagine, y que en efecto, soy diferente. De
nuevo: no más, ni mejor, e incluso no particularmente significativa (soy EL
MUNDO del gato, pero nada más).
El asunto es que cada vez soy más
consciente que la diferencia radica en ser honesta y consecuente con uno mismo
y eso reflejarlo en las decisiones que se toma en la vida. . Eso, en realidad,
pasa muy poco. No sé en qué momento, porque no soy experta en educación, o no
se a partir de cuándo, pero lo cierto es que nos enseñaron a mentirnos y más
grave aún, nos enseñaron a conformarnos. Aterrador. El resultado de eso es que
hay por ahí todo un grupo de viejas (y perdón lo feminista pero yo no
me atrevo a hablar a nombre del género masculino) que tienen una esquizofrenia
muy grande con lo que quieren ser en la vida y con lo que son. En algún punto
del camino a fuerza de decirse mentiras y comprarse futuros que no querían se
convencieron a sí mismas que sí los querían y entonces se conformaron y/o se
rebelaron “a lo tonto” y hoy en día o andan arrastrando dos y hasta tres
fracasos importantes, o andan medicadas y yendo a terapia a lo tonto.
Y consteeeeeeeeeeeeee que no
estoy hablando mal del matrimonio, o de la crianza de hijos por cliché. Estoy
hablando de la trampa de creerse una historia y una vida que no es la suya. ¿No
conocen uds viejas que siempre quisieron casarse y tener hijos pero se
compraron el discurso de “pero como vas a desperdiciar tu talento” y ahora son profesionales
exitosas desesperadas por ser mamás?. Yo sí. Varias, de hecho. De igual forma conozco viejas brillantes que
se compraron el discurso de “te vas quedar a vestir borrachos” y ahora andan
arrastrando hasta tres separaciones y una carrera que es un yo-yo de
culpabilidad. Varias, de hecho.
De lo que estoy hablando acá es
de comprarse discursos. Creencias. Formas de ser gerenacionales, por el
discurso de “es lo que todos hacen”. Es
muy jodido. La mayoría de estos clichés nos los vendieron a una edad en la que
uno tenía muy pocas o nulas herramientas para decir: momentoooo compadre que yo
no sienta que deba seguir el camino amarillo. Y luego, no conformes con ello
(perdón la redundancia) nos enseñaron a conformarnos. La vida está llena de
estas frases de cajón de “pues así nos tocó vivir”, “es que está fue la vida
que me toco”,etc, etc, etc.
Si el mundo pudiera explicarse en
metáforas deportivas, es como decir que la gente anda jugando deportes que no
son el suyo. Y yo no termino de entender pa qué puthas?. Si lo que a ti te
gusta es el fútbol, que carajos haces entrenando para remar en los olímpicos?.
Incluso si ganas, incluso si resulta que a fuerza de entrenar y de una
disciplina personal, llegas a ganar una medalla en remo en los olímpicos, no te
va a parecer poca cosa?. No dirias, mehhh??. No sentirías siempre que te falta
ese algo más??. Algo, como, jugar fútbol?.
Y entonces volvemos a la premisa
inicial: cómo sería vivir en un mundo en donde todas tus creencias te
garantizan que no vas a llegar a ser eso que quieres?. Bueno, yo les puedo
decir: COMPLICADISIMO. Y por sobre todo, agotador en el tema de explicarte.
Tienes que ir por la vida justificando y explicando CA-DA-UNO-DE-TUS-PASOS.
Así, tal cual. Todoooossss se creen con el derecho y la razón de criticar y/o
cuestionar tu “idea del mundo” sólo porque resultas no encajar con ninguno de
los clichés que ya nos hemos comprado. Y cuando digo todos, es que luego no te
entienden ni las otras viejas, que son las primeras en decirte esa horrible
frase “ayyy pero cómo puedes decir eso”. Pues así: con todas sus letras.
Es muy jodido saber que quiere
ser uno en la vida, en términos del tipo de persona que uno quiere llegar a
ser. Bien lo dice la cita del cine: “uno es más auténtico entre más se parezca
a lo que siempre soñó de sí mismo”. Pero más jodido que saberlo, es muy difícil
ser consecuente con ello. Y responsable de tus decisiones. Y asumir que “este
camino escogiste, este camino transitas”. La mayoría de gente prefiere
mentirse, engañarse e incluso posponer la decisión y/o dejar que otros la tomen
y entonces tener alguien a quien culpar.
Bueno, pues mi pequeña campaña
muy de madrugada es esta: no te compres discursos. No creas que tus creencias
son la única posibilidad. Las circunstancias de nacimiento, educación e incluso
el género, son eso mismo: circunstancias. Nada de eso tiene que ser determinante
a la hora de decidir qué tipo de persona quieres ser en la vida. Es más, este
mundo es tan maravilloso que uno puede incluso cambiar de sueño en el
transcurso de la vida. Es asunto, es que tienes que DECIDIR. Y eso, implica dos
cosas en automático: que tú eres el responsable y que tienes que ser
consecuente con lo que decidas.
Por favor. Acabemos con este mundo de excusas culas, de
clichés, de poses compradas, de discursos importados. Y también acabemos con la
gente que no toma la responsabilidad de su existencia. Te duela lo que te
duela.
Levante la mano el que me
entienda.
(*)Lo dice un tal Tim Robbins que es como un gran motivador. O
algo. Búsquenlo en google y en las charlas TED.
(**) Por primera vez, y abusando
del tema, me permito dedicar este post a Mafe, Natalia, Ruth, Joha, Rocío,
Ivonne, Johana, Claudia, Makis, Pocha y Diana. Son uds la gente más honesta que
yo he conocido.