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Thursday, August 11, 2011

Rodando en tierras aztecas


Hace un par de años tengo la costumbre de salir a montar en bici con un grupo de gente q se reúne a rodar los miércoles para recorrer la ciudad, aprovechando que se juntan mucha gente. Experiencias dentro de ese grupo he tenido muchas, algunas buenas otras ya no tanto – vistas en el tiempo. Lo que si todavía tengo que admitir es que en ese grupo he conocido las mejores prácticas de solidaridad.

Lo primero que uno nota cuando llega al punto de reunión es que TODO el mundo saluda como si te conociera. Desde que vayas en bici, eres amiguito, y entonces te saludan como si te vieran todos los días. Sepa dios quienes son, pero terminas hablando con cuanto extraño se te cruce por en frente, nada más porque lleva la garantía de ir sobre una bici.

Lo segundo es que nadie del grupo se queda atrás.  Si alguien pincha (poncha en mexicano) o se le daña la cadena, o se le jode la bici, o se cae, etc, etc, etc, TODO el grupo frena y espera. Haya lo que haya que hacer. En una ocasión llamaron ambulancias y todo. Y más de 200 personas esperamos tranquilamente (juiciosamente, en colombiano) a que se solucionara el problema y pudiéramos seguir.

Es costumbre dentro del grupo que la gente de adelante va gritando los obstáculos del camino a los que van atrás. O sea, uno va avisando que hay un hueco, que hay un charco, que hay vidrios en la vía, etc, etc, etc. La idea es ir avisando, literal, con qué se van a encontrar los que van un poco más rezagados. Es muy bonito, sobre todo cuándo se te olvida llevar las gafas y tu en realidad no estás viendo por dónde vas. No importa, te lo van gritando.

Si hay subidas demasiado empinadas siempre hay alguien te empuja. Literal. Normalmente alguien se pone al lado tuyo – cuando uno ya va en los últimos estertores de su respiración – y con el simple hecho de ponerte la mano en la espalda y empujar, la verdad es que si ganas impulso y eso te ayuda un montón a salir de las pendientes. Es increíble, pero cierto. Pasa y es lo más desinteresado que yo he visto. Nada de “pues te quedas ahí por floja”, sino que se intenta que todos vayamos al mismo tiempo. Eso es muy chévere.

Y al final, la mayor de las manifestaciones de “buena gente” es que me admiten a mi en ese grupo. No saben lo mucho que yo noto siempre que “una de estas cosas no es cómo las otras” cuando voy a rodar con ellos.

Pa empezar, tienen toda una identidad como grupo que yo me rehusó a adoptar. Tienen slogan, lo cantan, tienen gritos de hermandad, y bla bla bla que yo Jamás pronuncio en voz alta. Ni susurro, pal caso. Así que siempre que andan gritando y cantando “eaaaa eaaaa pedaleaaa” hay por ahí una niña con cara de empute que va diciendo “no, no cantes, por favor no cantes”. Y no me han sacado a patadas por pura buenas personas. Aunque canten himnos.

Segundo, soy la que JAMAS sabe por dónde va. Hay otra bonita costumbre que es ir avisando por donde se va a mover el “pelotón” si vas reconociendo el camino. Se gritan cosas como “derecho hasta Vallejo” o “De acá hasta el eje” o vainas así. Yo JAMAS se de qué me hablan. POR mi gritaba sólo cosas como “arriba, abajo, alrededor, alrededor” o un máximo de “cercaaaaaa, leeeeejos”. Pero ni eso, por que me da pena. Así que siempre soy la niña que no avisa por donde se va moviendo. #yomuymal.

Y por último, yo grito para visar con palabras que nadie entiende. SIEMPRE. Así, mientras todo el mundo grita “hoyooo” a mi se me olvida hablar en mexicano y grito muy en colombiano “huecoooooooo” y el de atrás sólo pregunta “Quéee?. O a cambio de gritar “coladera” grito “alcantarilla”, con lo cual sólo consigo demorarme más, por que esa palabra no la entiendan acá. Y la GRAN cereza del pastel fue anoche, que por andar oyendo música colombiana al mismo momento se me hizo muy fácil gritar “Policía acostado” a cambio del simple “TOPE”. TOPE. No puede ser que uno no sea capaz de gritar TOPE!. Es tan sencillo que da pena. Y a mi se me ocurre cambiarlo por “Policía Acostado” que no sólo es inútil, sino que es una de esas vergüenzas nacionales que ningún colombiano debería aceptar en público.

Y aún así, anoche, nadie nadie me dijo “no, mira, la verdad es que así no podemos”.

Al contrario. Les digo que los mexicanos son los mejores amigos.

Levante la mano el que me entienda. 

4 comments:

Tomate said...

Llegué aquí por SLeal. Dónde y a qué hora se ven para la rodada? Me interesaría unirme, especialmente después de leer tu post. Mil gracias!

MaJaDeRiA said...

nos juntamos TODOS los miércoles, a las 9:00 p.m. en el Angel de la Independencia. Salimos a las 9:30 p.m. Busca en twitter @bicitekas pa mas datos.

Mafe said...

Dos cosas:

1. Que enviiiidia tan horrorosa poder salir de paseo en bici con gente a la que le gusta rodar.
2. Tengo que reconocerlo, todo estaba en silencio hasta que llegué al “arriba, abajo, alrededor, alrededor” y “cercaaaaaa, leeeeejos”... la carcajadota?!?! apoteósica, mil gracias!!

ru said...

:)