Y arrancan desde muy pequeñas
Una de las cosas que me faltaba hacer en México era ir a una fiesta tradicional de 15 años. Acá los 15 años son tan o más especiales que las fiestas que se hacen en Colombia. Uno ve quinceañeras con vestidos tipo “soy un pastel mal envuelto en colores primaverales” tomándose fotos todo el tiempo en los monumentos de la ciudad. Y creo que el negocio de “ser chambelán” es toda una industria.
El caso es que el sábado después de una clase de economía y en uno más de esos planes surrealistas se nos hizo muy muy fácil ir a la fiesta de quince años de la hermana de una amiga de un amigo de un amigo de un conocido. Así pasa por estas tierras.
Y he de decir que las niñas mexicanas aprenden desde muy muy chiquitas a tener VALOR. Coraje es lo que demuestran en esas fiestas. NADA MÁS. Uno no sabe lo que es enfrentarse a un público adverso, porque JAMAS tuvo que pasar por una fiesta así. Las mujeres mexicanas a partir del sábado tienen TODA mi admiración. De los quince años pa adelante.
Pa empezar ud está envuelto en un vestido CLARAMENTE incómodo. Fácil no ha respirado bien en las últimas 4 horas de la vida. Y TODOS los ojos de la fiesta están puestos en su pobre humanidad. No conformes con eso, la llevan a que se tome fotos en la mitad de los sitios turísticos de la ciudad, en donde ADEMAS ud pasa a ser el centro de la burla de los turistas (mea culpa) y ADEMAS tiene que sonreír pa la foto. Y verse bonita. Todo esto sin respirar en tul rosado. En serio, el plan empieza muy mal.
Pero se pone peor: resulta que las fiestas de quince años en México arrancan con una presentación de la quinceañera. TAL CUAL. Como concurso de talento de reinado de belleza de pueblo caribeño. Así mismo. Entonces la pobre niña tiene que hacer una presentación que normalmente son 3 bailes. Ensayados previamente, claro está. Osea que ud lleva un mes oyendo hasta al cansancio esas 3 canciones. Y aprendiendo coreografías. Y ensayando. Es que no hay poder humano de que ud se divierta en un plan así.
Y lo peor es que lo hace para que los invitados se diviertan. Y en este caso los colados (léase yo) no podíamos estar más emocionados. No sabía que celebrar más: si el coraje de la muchachita de bailar SOLA 3 canciones ante un público que está rezando al cielo que se equivoque y se caiga para tener algo que contar de la fiesta de quince años (viste que en la presentación de Ximenita no pudo acabar de bailar)o el hecho de que para la última de sus presentaciones la niña había reclutado a 4 amigos que le hicieron de bailares. Así. Cual MADONA.
Uds perdonaran, yo sé que mis amigos me quieren, y sé que en muchos casos estarían dispuestos a acompañarme al banco o a pasar una madrugada conmigo en un hospital. Pero estoy ABSOLUTAMENTE segura que no consigo que cuatro de ellos se presten a bailar una canción de Britney Spears frente a más de 100 personas. Ni por todo el cariño del mundo.
Entonces es admirable. Los bailes incluyen 3 segs para cambio de vestuario. Y coreografía. Y convencer a 4 amigos. Y no caerse. Y ser el centro de atención de toda la fiesta. Bendito sea el señor yo cuando tenía 15 años no vivía acá.
Tengo por ahí otro post en donde sostengo mi teoría que México descansa sobre los hombros de las mujeres. El sábado aprendí, además, que empiezan a cargar desde muy chiquitas. Di tu, a los quince años.
Levante la mano el que me entienda (y si además tiene una hermana próxima a cumplir 15 años, me apunto pa acompañarlo/la a la fiesta)
5 comments:
Mi pregunta es: y todo eso se hace obligatoriamente??? yo diría que son mas berracas las que dicen "no gracias, yo osos no hago". No?
Yo me acuerdo de unas que se fueron disfrazadas de muñequitas de desfile a una fiesta en el Club del Banco de la Republica en Bogota hace unos cuantos años a bailar con los amigos borrachos de una cumpleañera que ni amiga era... tu no?
BUAJAJAJAJAJA. Cómo me he reído! Pero sí, así como lo contás es netamente admirable. Pero no sólo las chamacas son unas berracas.. los muchachillos q bailaron con ellas no se quedan atrás. Más desdén por el qué dirán no podrían tener.
El tema es que en los últimos años las fiestas de quince años se volvieron a poner de moda, extrañamente. Pues asegún mi humilde percepción, declinaron en los ochenta y noventa hasta ser cosa sólo de los grupos más populares. En los dosmiles volvieron a ser cosa común... extraño, muy extraño
de hecho en provincia es peor, pues todo inicia con una ceremonia religiosa de agradecimiento, luego la recepción en un salón, huerta o bodega, donde el primer vals, el brindis, la coronación, la partida del pastel, el baile sorpresa y por ultimo hagame usted el favor los padres entregan la última muñeca y el regalo sorpresa (generalmente un artículo religioso o una pulsera o reloj),
Yo -orgullosamente chilanga- cumplí 15 años en el 2000... Desde siempre odie la idea de una fiesta así que no pase por el ridículo y me negué rotundamente a ello.
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