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Tuesday, March 23, 2010

Capacidad de Asombro

Yo todavía recuerdo las caras de espanto de los mexicanos, hace 4 años, cuando yo, recién desempacada en esta ciudad, les contaba las cosas que había vivido en Colombia en los 90´s y después trabajando donde trabaje.

Tengo grabado en la memoria (y mi memoria se diluye con el alcohol) la cara de 4 mexicanos mientras les contaba lo que es estar en una ceremonia en la que empiezan a llover cilindros de gas de la guerrilla.

Todavía recuerdo el asombro de cierto colega al que le conté mi miedo y paranoia por los carros bombas.

Y claro, mi caballito de batalla siempre ha sido el haber salido de un país que se ve en la necesidad de tener equipos antiexplosivos en las entradas de los centros comerciales.

Hoy en México pasan cosas peores….y a mi me mata la tristeza porque ya no veo caras de espanto en ningún lugar.

Hoy los mexicanos conversan todas las mañanas sobre los descabezados que se cuentan en las distintas ciudades del país – incluyendo el D.F, como si ver gente muerta abandonada en un carro fuera una de esas cosas que pasan, en una ciudad de 23 millones de personas.

Hoy la gente del norte del país incluso supera tus historias de “notas rojas”. Y hay alumnos universitarios que caen muertos, y la conversación recae sobre si la trasmisión del funeral debía tener o no wifi. Pero nadie habla de cómo se han convertido en un país que ya no se espanta por un par de muertos diarios.

Yo odio ser ave de mal agüero, pero se los vengo diciendo desde hace 4 años.

De un país que tiene que militarizar ciudades, para garantizar que los ciudadanos puedan salir a la calle, a un país que necesita equipos antiexplosivos, no pasan más de 6 meses.

No pasa un año antes de que alguno de los que hoy atraviesa camiones y lanza bombas molotov, decida que si la guerra es guerreando, hay que volar a unos cuantos, y empiecen los coche bombas….

Me duele que los mexicanos se queden en las minucias….como nos quedamos nosotros. Están en el mismo punto en donde estábamos nosotros hace unos años, en donde si no había mas de 10 muertos, no era noticia, y menos de 20 no calificaba a masacre para nadie.

Jamás pensé que sería testigo presencial de algo como esto, pero ver cómo un país pierde su capacidad de asombro es la cosa más triste que me ha pasado en la vida.

Que levante la mano el que me entienda.

6 comments:

Mafe said...

Amen... precisamente hoy leyendo el periodico me acorde de ti.

:o(

dotJorge said...

Creo que es mas dificil ver la real situacion propia que la del vecino, ya seamos personas o países. En este caso, lo de Mexico se veía venir de lejos, pero me imagino que la mayoria de los mexicanos nunca creyo que "de verdad" se pusiera asi de mal. Y si siguen el patron, lo de Mexico apenas comienza, lamentablemente.

N.Santamaría said...

A mí también me pone cabezona y triste nuestra indiferencia. Nunca una frase me había tocado tanto como la del Coronel Mendieta:
"No es el dolor físico el que me detiene, ni las cadenas en mi cuello lo que me atormenta, sino la agonía mental, la maldad del malo y la indiferencia del bueno, como si no valiésemos, como si no existiésemos".

Y de acuerdo, no sé en que momento cuando la violencia se vuelve pan de todos los días, la vida de la gente empieza a valer huevo.

Frau Rodriguez said...

triste la vida.

muchas veces no aprendemos hasta que no lo padecemos en carne propia, si los países reaccionan como las personas...

y con jijuepuercas por plata (con orks) no se razona.

igual Mx. tiene otro background distinto que ojalá le de para sacar la pata de donde ya la metió. Ojalá.

Qué bueno que aparece de nuevo por el blog, yo no twitteo mucho.

ru said...

levanto la mano. :(

Indeleble said...

Hace seis anhos que no regreso a mi pais y el hacerlo me da un chingo de miedo. Lo malo es que esto no va a acabar.