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Monday, October 12, 2009

Feminista

Lo único bueno que he tenido en todos estos años de ser el paño de lágrimas de los demás, es que – gracias al Olimpo – he sido testigo del cambio de las explicaciones de siempre a las preguntas de siempre.

Me explico

Normalmente la primera pregunta que tienen las viejas que se quejan de los prospectos de novios es – honor de los honores – “Por qué no me llama??”. Tal cual. Esa es la primera duda existencial que TODAS las viejas nos hemos hecho, y estoy a 3 segs de comprobar que nos haremos por los siglos de los siglos, amén. A menos que en el 2035 inventen en serio la espada del augurio, que deja ver más allá de lo evidente.

Las preguntas de los que ya andan en una relación varían un poco más, pero si uno pudiera resumirlas – y resumiendo se que generalizó demasiado – sería algo parecido a “por qué no puede cambiar por mi??”. De parte y parte. Los hombres también se preguntan por que la vieja de sus sueños no puede cambiar y dejar de ser una psicópata celosa a voluntad. Así de ingenuo. Se los digo yo que los llevo oyendo ya como 20 años. Claro, las mujeres insistimos con el asunto del cambio de forma un poco más directa, pero al final todo lo que el otro quiere es que su “otro significativo” ceda. Me van a decir a mi que no.

El asunto es que las explicaciones al “por que no” han cambiado mucho en estos años.

Y hemos por fin llegado a una teoría que me gusta mucho. Hace un par de años yo hice estas mismas respuestas y me salieron con el baboso argumento de “es que ud es una vieja tan independiente que intimida”. Hace unas pocas semanas volví a preguntar lo mismo (no por oír los llantos de los demás yo he aprendido a no llorar) y me salieron con una teoría mucho más interesante:

“Es que me di cuenta que ud no quiere a nadie, por que por sobre todo el mundo se quiere a ud, y mucho”.

Ohhh si.

Por fin un man que resume lo que yo llevo diciéndole a mis amigas mucho tiempo: aún no conozco a alguien con quien la pase tan bien, como la paso yo, cuando estoy sola, conmigo misma. Salvo contadas excepciones, lo se. Pero en general, prefiero mi compañía.

Claro, se que en la claridad del tema está mi condena, pero es que es cierto. Cuando te pones en primer, segundo y tercer lugar de importancia, sacas de la ecuación a cualquier otro.

Lo que me gusta es que empiecen a darse cuenta.

2 comments:

Olavia Kite said...

Y así es como debe ser.

Jules said...

pero dio en el clavo. así es.