Ayer tuve mi primer cubrimiento en vivo de un evento de prensa exclusivamente a través de Twitter.
Lo que eso significa era que sólo a través del canal de twitter de la institución a la cual estaba representando en ese momento estábamos dando información sobre el evento, que no tenía más asistencia a prensa. Es decir, era yo el medio por donde toda esa información estaba saliendo “al aire”.
Me atrevo a escribir mis impresiones sobre ese cubrimiento porque me generó sentimientos encontrados sobre el tema del periodismo, sobre los medios, la comunicación y por qué finalmente este es mi blog y si puedo escribir sobre vestidos y hamburguesas también puedo escribir sobre lo que hago para ganarme la vida sin tener que recurrir a la prostitución (tanto)
Mi primera idea es algo que ya había hablado con algunos amigos. La verdadera revolución de twitter, por como yo lo veo, no es acabar con la censura. La censura puede y seguirá existiendo mientras haya la posibilidad de apagar el internet en un país, en una empresa o en una casa. La verdadera revolución es que ya no existe quien te diga que publicar o no. Se acabó la voz de la conciencia, la figura del editor, el jefe de redacción…o como quiera ud llamarlo.
Fue lo primero que sentí anoche. Por la inmediatez del medio y del evento, lo que yo tuiteaba estaba saliendo al aire tal cual. En seco. Yo estaba hablando en voz de una GRAN corporación y dado los tiempos y la rapidez no había NADIE que me dijera “no eso no” o “eso enfócalo de distinta forma”, o lo que sea. Yo era la voz. Y nadie más.
No se imaginan lo apabullante que eso puede llegar a ser. Creo que excepto en los “directos” en televisión, no hay medio alguno que te de esa libertad absoluta. Y ni eso, porque en los directos tienes a alguien gritándote instrucciones al oído por la trasmisión. En radio está la figura del productor, que te puede “apagar” si te ve diciendo alguna estupidez. Y ni hablar de los medios escritos. Todo texto pasa como por 4 personas antes de que vea la luz del sol. Así son los tiempos de los medios tradicionales.
Anoche yo no tenía a NADIE. Si me hubiera equivocado garrafalmente no había vuelta atrás. Claro, puedo borrar, o disculparme, pero twitter te deja meter las patas sin que exista la posibilidad de que esa responsabilidad recaiga en alguien más. Aplausos por que hoy sigo teniendo trabajo.
Se han puesto a pensar lo que sufren estos becarios que han puesto a tuitear a nombre de las grandes corporaciones?. Bueno, yo ayer pensé mucho en eso. Y les puedo jurar que uno pasa de hiperventilar del miedo a una equivocación al “vale madrismo” de “bueno, pues si ya la cago la cago” en menos de 3 segs. Es aterrador. Y muy liberador.
Sigo creyendo que esa es la gran revolución de twitter. Sobra aclarar que la acá firmante cree en que “el medio es el mensaje”. Y dadas las circunstancias, lo más revelador de twitter, como mensaje, es que ahora todos tenemos una voz….que no va a ser editada. Claro, podrán decirme que la verdadera edición la hacen los demás al escoger o no leerte. Pero no importa. Porque yo fácil te leen 2, 3, o 4 personas. Y las malas ideas su multiplican más rápido que el SIDA. Además, todos sabemos lo simple que es iniciar un rumor o una idea pendeja. Exponencialmente es muy peligroso que haya tanto loco suelto con la capacidad de decir lo que se le antoje sin que nadie lo edite!!!.
Y conste que digo edite, porque también creo que es mejor un mundo con esa posibilidad al otro extremo en donde alguien decide “apagar” internet y “censurar”.
Es un tema que da para mucho. Y hoy sólo quería dejar por acá mis impresiones al primer cubrimiento en twitter que hago. En esto de ir aprendiendo nunca sobra.
Levante la mano el que me entienda. (aplausos a los valientes que se leyeron esta vaina hasta acá)